El gobernador Felipe Solá respira tranquilo. La reestructuración de Buenos Aires viene viento en popa, cuando aún faltan dos semanas para que culmine el canje. Durante la primera etapa de la operación, que cerró el viernes, se alcanzó más del 80% de aceptación.

Hoy la Comisión de Valores de Italia (Consob), dará a conocer oficialmente la cifra parcial. Fuentes allegadas a la operación dijeron que recién hoy por la noche se conocerán los resultados exactos.

En el Citigroup, el banco colocador, se mostraban exultantes. La estrategia del early tender (darle un incentivo a los primeros que entran) de respetarles la elección del bono, tuvo el efecto esperado y captó tanto bonistas menores como inversores institucionales. Así, con más del 80% de aceptación, se espera que el grueso de los bonistas que aún mantiene en su poder los bonos se vuelque por plegarse a la decisión de la mayoría.

La experiencia de la Nación que logró una aceptación del 76,15% en marzo de este año y se puso firme con los holdouts fue clave para que los pequeños inversores italianos (muchos de los cuales se quedaron con papeles viejos del gobierno nacional) se decidieran a entrar.

La deuda bonaerense en mora (unos 2.900 millones de dólares) abarca 16 tipos de bonos emitidos en su mayor parte en euros, bajo legislación del mercado de Nueva York, y la mitad de ella está en manos de pequeños inversores.

Una de las alternativas de la oferta es canjear a la par (sin rebaja de capital) con vencimiento en 2035 y un período de gracia de quince años.

Además, una segunda opción es canjear bonos también “a la par con vencimiento en 2020 y un período de gracia de doce años, mientras que la tercera opción es un título con una rebaja del 60 % de capital con vencimiento en 2020 y pagos de intereses a partir de 2012. Este último es más apto para inversores institucionales.

No obstante, en términos de Valor presente Neto, significará un valor de 60%.

Dos semanas más

El canje, que permanecerá abierto hasta el próximo 16 de diciembre, “superó los pronósticos más optimistas , señalaron fuentes oficiales.

Previo a la apertura del canje, el ministro de Economía de la provincia, Gerardo Otero, estuvo de gira por Europa y EE.UU. Allí se encontró con los grupos de acreedores representados por el italiano Nicola Stock y por Hans Humes que esta vez actuaron por separado, a diferencia de lo que ocurrió con la Nación. El clima fue positivo. Hasta uno de los más acérrimos enemigos del canje nacional, el italiano Mauro Sandri que entabló juicios en todas las jurisdicciones que pudo (Nueva York e Italia), sostuvo oportunamente que en esta vez recomendaría entrar a la oferta.