

Lo bueno de la semana
Se deben rescatar dos datos importantes. Por un lado, el alza en los indicadores de consumo, con recuperación en supermercados y shopping y el nivel de confianza del consumidor. Así, el tercer trimestre cerrará fuerte y va a provocar un efecto arrastre para el 2005 del 3 o 3,5%. El alza del consumo en diciembre de 2003, por ejemplo, generó que el tercer trimestre fuera más elevado de lo esperado. El otro dato es el cierre de la reestructuración de la deuda de Aerolíneas Argentinas. El sector privado está avanzando más que el Estado en su normalización. En semanas anteriores, hubo empresas que pidieron autorización para la emisión de ON, buscan reincorporarse al mercado de capitales.
Lo malo de la semana
La mala señal fue la incertidumbre en torno a la reestructuración de la deuda. El Gobierno dio por aprobada la propuesta por la SEC con fecha y hora. Sin embargo, el OK habría estado recién ayer, y se espera a Italia. Hubo incertidumbres sobre el inicio real del canje. Si bien hay un buen clima en el mercado, faltan 15 días y hay versiones distintas sobre el comienzo.
Lo urgente
Es urgente redefinir los límites sobre cómo se van a afrontar cada una de las negociaciones y las relaciones externas con Brasil, el Mercosur, China el ALCA y la UE, que este año se van a empezar a mover. Brasil va a apurar los pasos para negociar con el ALCA. Hay que redefinir también cómo va ser el comercio en el marco regulado del sector automotriz. El Gobierno hace tres meses planteó que no iba a ver libre comercio con Brasil a partir del 1º de enero de 2006. Hay un paquete de medidas en estudio, pero por ahora no hay entonces reglas de juego. Eso no está contribuyendo a atraer inversiones –que era el objetivo buscado– y está trabando proyectos locales. El plazo es a futuro, pero las inversiones se definen este año.
Lo que hay que seguir con atención
Hay que seguir la política monetaria, el gran tema después del default. El hombre clave del año próximo va a ser el presidente del Banco Central. Si el canje sale bien, habrá presión sobre el tipo de cambio, y el BCRA lidiará con el equilibrio en dos temas: inflación y mantenimiento del dólar. Los márgenes de la política económica se van estrechando.









