

La española Inditex, dueña de Zara y líder entre las empresas de indumentaria de Europa, mostró esta semana que la demanda de ropa con buen diseño pero a precios accesibles se mantiene mejor que la mayoría de los otros segmentos de productos para consumo. La firma informó que las ventas se mantuvieron prácticamente sin cambios en sus tiendas 2008.
Esto contrasta marcadamente con los resultados de muchos de sus competidores, que informaron abruptas caídas en sus ganancias en los últimos meses.
Sin embargo, el creador de la popular cadena de moda Zara, no es inmune a la recesión global y también se verá obligada a ajustarse a la nueva realidad económica mundial.
Pablo Isla, CEO de Inditex, le dijo el miércoles al Financial Times que la compañía le aplicará los frenos a su frenético ritmo de expansión de los últimos años, ya que planea abrir entre 370 y 450 tiendas en los 12 meses a fines de enero de 2010, comparado con los 573 locales que inauguró en su año fiscal 2008.
Sin embargo, pese a esta marcada declinación, el espacio total de las tiendas sólo se reducirá 15%, señaló el ejecutivo, porque Inditex se ha concentrado en sus cadenas de grandes formatos, como Zara, Pull y Bear and Bershka, que tienen locales más grandes de lo normal. “Nuestra estrategia de expansión no cambiará en el largo plazo. Sin embargo, lo que estamos viendo es que en 2009 vamos a ser más selectivos que nunca en nuestra expansión. Seremos más rigurosos en nuestra selecciones de lugares para instalar las tiendas, y también más rigurosos en lo que se refiere al retorno sobre la inversión .
Isla señaló que el objetivo es reducir el gasto de capital de 900 millones de euros –que fue la cifra del año pasado– a 600 millones de euros (u$s 815 millones), aunque esta reducción reflejará parcialmente la fuerte inversión que se hizo en logística entre 2006 y 2008. Ahora que la empresa tiene capacidad de almacenamiento y despacho instalada “para los próximos cuatro o cinco años , podrá concentrar su gasto en expandir sus franquicias.
Alrededor de 95% de las aperturas de tiendas de este año serán fuera de España porque, debido a la crisis, ese país fue el que tuvo uno de los peores desempeños del grupo en 2008.










