

El Horseshoe Café en Benson, un pueblo polvoriento a 90 minutos en auto de la frontera de Arizona con México, está casi lleno. La multitud –de tez blanca, mayormente vieja, algunos con insignias que rezan “Aseguremos América Ahora - vinieron para saludar a su “héroe , Tom Tancredo. El miembro del Congreso estadounidense por Colorado, en una gira por pequeños pueblos para hacer campaña contra la inmigración ilegal, no los defrauda.
“Estados Unidos está enganchado con la mano de obra barata de igual manera que México lo está con los giros por u$s 20.000 millones que los mexicanos envían a casa , enfatiza.
Mientras el presidente George W. Bush es el defensor del programa de trabajadores invitados, como una solución para el tema de la inmigración, y las compañías norteamericanas defienden la idea de abrir las fronteras, Tancredo ha asumido la causa de los republicanos conservadores, incómodos con lo que ven como una invasión de 11 millones de ilegales.
Su gira implica largos recorridos en una 4 x 4 urbana gigante para visitar clubes y centros civiles por todo el suroeste. En cada una de las paradas, el mensaje es el mismo: los inmigrantes nos están robando los empleos, reduciendo los niveles de vida para los norteamericanos que hacen viven del trabajo manual, y destruyendo los “valores occidentales . En uno de esos encuentros, habla de las drogas y los terroristas que pasan la frontera. En otra, la queja es por las aulas y centros de emergencia superpoblados.
Tancredo podría verse como el heredero político del aislacionista y proteccionista Pat Buchanan, que se postuló para la presidencia por el partido Reforma en 2000, y que obtuvo 0.4% de los votos. Sin embargo, en una ‘América’ post 11 de septiembre, donde la inmigración ilegal forma parte del debate sobre la seguridad, es difícil descartar como una voz marginal.
Tancredo atrajo la atención nacional hace cuatro años, cuando trató de deportar una familia de inmigrantes ilegales después que leyó en el Denver Post sobre su batalla para pagar los costos de la educación de su hijo. Más recientemente, sugirió que EE.UU. debería responder a los ataques terroristas islámicos al país bombardeando la Meca, y trató de hacer que el gobierno cambiara el diseño de un memorial en Pennsylvania a las víctimas del 11-S porque la forma de luna en cuarto creciente es un símbolo del Islam.
Pero en la Cámara de Representantes, donde se ha desempeñado durante ocho años, está logrando avanzar. En diciembre, la Cámara aprobó una ley de inmigración que, entre otras medidas, construiría una valla en tramos de la frontera con México.
Tancredo se muestra no como un xenófobo populista, sino como la voz de la clase trabajadora norteamericana. La inmigración hispana amenaza con crear una ‘Torre de Babel’ que debilita la identidad nacional de Estados Unidos, asegura.










