

En China se marca hoy un hito histórico en el camino hacia una economía liderada por el mercado, con la decisión de negociar futuros sobre índices bursátiles en el continente.
Esto forma parte de una transformación más amplia que se realiza este año en los mercados de acciones de China continental: el 31 de marzo se introdujo, a modo de prueba, el uso de las operaciones con margen y con posiciones cortas, en las que los operadores venden títulos valores sin tenerlos, especulando con una caída en su precio. Estas herramientas son importantes para que los operadores ganen con los mercados bajistas, y no sólo cuando la bolsa está en alza, y también para que puedan proteger sus posiciones en los mercados chinos, que son notoriamente volátiles.
Desde hace años los commodities como el oro, la soja y el fuel oil se han negociado en China en mercados a futuro, pero el lanzamiento de los futuros sobre índices de acciones es particularmente significativo porque serán los primeros futuros financieros en el país desde mediados de la década del 90.
El mercado de futuros sobre bonos del gobierno colapsó en 1995, sólo dos años después de haber comenzado, porque la manipulación de mercado se descontroló debido a la falta de supervisión regulatoria.
Los primeros futuros de índices, que son acuerdos para comprar o vender un índice a un valor establecido en una fecha determinada, se basarán en el índice CSI 300, que sigue el desempeño de los mercados de Shanghai y Shenzhen. Los primeros contratos serán a mayo, junio, septiembre y diciembre.
En un editorial de primera página, esta semana, el China Securities Journal saludó el lanzamiento como un “hito que tendrá un efecto estabilizador sobre los mercados y les permitirá evolucionar “de la prosperidad a la madurez . Pero el temor de Beijing al riesgo que esta reforma involucra es tal que planea mantener a la mayor parte de los jugadores fuera del mercado, por lo menos inicialmente.
Las autoridades chinas han dicho que por ahora su principal prioridad es la prevención de riesgos. “Los derivados, como los futuros, son cuchillos de doble filo. No son sólo una herramienta para gestionar riesgos, sino que también son una fuente de peligros a menos que se los use apropiadamente , decía la semana pasada una nota publicada en el Diario del Pueblo.
Las restricciones buscan dejar afuera a los pequeños inversores, que son indispensables para los mercados chinos, pero también son los más especulativos.










