

David Cameron, el primer ministro del Reino Unido, quedó enredado en un escándalo por escuchas telefónicas en el que están involucrados el tabloide sensacionalista de mayor venta, la familia real, Tony Blair y su propio jefe de Prensa.
Hasta ahora Cameron había disfrutado de una luna de miel relativamente sin problemas desde que asumió el cargo.
Pero ayer hubo preguntas incómodas en la Cámara de los Comunes sobre el buen juicio de Cameron al nombrar a Andy Coulson, un ex editor del News of the World, un diario especializado en sexo y escándalo, como jefe de Comunicaciones.
El pasado de Coulson en el tabloide ha vuelto para perseguirlo por las afirmaciones de que sabía que sus periodistas participaban en escuchas ilegales de conversaciones por teléfono móvil de los ricos y famosos.
Entre los que fueron blanco de las escuchas hay personal auxiliar de la familia real. Además, el ex primer ministro Tony Blair y John Prescott, su vice, están entre los altos políticos laboristas que dicen que sus mensajes también podrían haber sido interceptados.
Coulson renunció como editor del News of the World en 2007, después que Clive Goodman, el periodista a su cargo que cubría las noticias de la familia real, fue encarcelado por cuatro meses después de escribir notas basadas en información provista por un investigador privado.
Coulson niega haber sabido lo de las llamadas interceptadas, y un vocero de Cameron informó que el primer ministro “aceptó la versión de los hechos de Coulson quien, sin embargo, dijo estar dispuesto a hablar con la policía londinense si ésta quiere investigar las acusaciones hechas por el New York Times, que publicó que Coulson conocía las actividades ilegales de sus periodistas.










