

Air France está en tratativas para establecer un joint venture que le permita operar con trenes algunas de sus rutas de corta distancia, lo que aumentaría la competencia para las operadoras europeas de tres de alta velocidad, que son en su mayoría estatales.
La compañía confirmó la semana pasada un informe aparecido en la revista francesa La Vie du Rail International, que dijo que Air France explora desde hace cuatro años la posibilidad de usar el tren para complementar sus servicios.
La aerolínea francesa de bandera, que es parte de Air France-KLM, está negociando con Veolia Transport, la compañía del grupo Veolia Environnement que, en Europa continental, es la principal compañía del sector privado que opera trenes de carga.
Veolia operaría un servicio de trenes, bajo la marca Air France, desde el aeropuerto Charles de Gaulle, de París, hacia destinos en todo el continente. Es probable que estos servicios sean exclusivamente internacionales, porque la legislación europea planea liberalizar sólo el mercado ferroviario internacional de pasajeros, no el nacional. Los operadores privados podrán competir por esos servicios a partir de enero de 2010.
Y la posibilidad de brindarlos es cada vez mayor, porque la red ferroviaria europea de alta velocidad se vuelve más internacional. El año próximo está programada la apertura de una línea vinculando la ciudad belga de Amberes con Amsterdam.
De concretarse, este joint venture marcaría la primera vez que una línea aérea opera su propio servicio de tren de alta velocidad, y se da en un momento en que las líneas aéreas del mundo deben esforzarse para compensar el aumento en el precio del petróleo. El combustible ya representa entre 30 y 40% de los costos totales de las aerolíneas; a principios de esta década la cifra rondaba el 15%.










