CON UN PASIVO SUPERIOR A LOS $ 26 MILLONES

Finalmente, Blockbuster también quebró en Argentina

Tras haber dejado de recibir financiamiento de su casa matriz en Estados Unidos, la filial local de la cadena de alquiler de películas recurrió a la Justicia que decretó su quiebra

La piba del Blockbuster, esa que inmortalizó el Indio Solari, ya no podrá seguir “jugando acostada sobre el piso frío del solitario local , tal como dice la canción de Los Redondos. Ayer, la que fue la mayor cadena de videoclubes del mundo y también de la Argentina, cerró definitivamente sus operaciones en el país al decretarle la Justicia la quiebra, siguiendo el mismo camino que su casa matriz de Estados Unidos.

Si bien la noticia era esperada tanto por el mercado como por sus propios empleados, sorprendió la forma desordenada y desprolija que eligieron los ejecutivos de Blockbuster Argentina para encarar un proceso de reestructuración acorde a la imagen de multinacional de la marca norteamericana.

La multinacional había desembarcado en Argentina en los años ‘90. Su crecimiento fue tan veloz que en el 2000 ya operaba 86 sucursales y también la filial de Uruguay.

Una década después, y según remarcan en uno de los estudios de abogados que representa a la mayor parte de los acreedores, deja un pasivo de $ 26 millones, contra activos por $ 17 millones.

Además, dejó en la lista de acreedores a la mayoría de los dueños de los locales donde funcionaron sus 34 sucursales y también a sus 300 empleados, que no cobran ninguna clase de remuneración desde octubre pasado.

Ahora será el Juzgado Nº 8, Secretaría º16 de la Justicia Civil y Comercial el que deberá ordenar la caótica situación financiera que dejó el management local de la empresa Blockbuster.

En el caso de sus proveedores, también se deberán presentar ante los tribunales para poder cobrar una deuda que ascendería a los $ 3 millones.

En tanto que los empleados, también tendrán que demostrar que no percibieron ni sus últimos tres sueldos, ni aguinaldos ni vacaciones.

En su gran mayoría, el personal ya se había considerado despedido de hecho en noviembre ya que no tenían tareas que cumplir y tampoco fueron despedidos formalmente ya que la compañía no les envió los respectivos telegramas de finalización del contrato laboral.

Pero en el mercado, la quiebra de esta filial ya era considerada una crónica con un final anunciado, más que nada porque su directorio nunca encontró la manera de pelear contra el crecimiento de la piratería y la competencia desleal.

Los problemas de Blockbuster Argentina se agudizaron desde septiembre, cuando entró en default su casa matriz y provocó que se cortara el financiamiento que desde 2007 venía recibiendo la filial para sostener la operación local que sistemáticamente daba pérdidas.

A partir de ese momento, se comenzaron a cerrar locales, se acumularon una gran cantidad de cheques rechazados, se dejó de pagar los sueldos y entró en cesación de pagos con sus proveedores que optaron por no seguir entregando más mercadería.

De hecho, en octubre pasado ya habían cerrado la mitad de 34 locales en todo el país y el resto había sido tomado por el personal. En ese momento, el Ministerio de Trabajo debió intervenir para garantizar la continuad laboral.

Sin embargo, a sólo tres días de la Navidad y a una semana de que comience un nuevo año, la Justicia fue la que terminó por sellar el futuro de la firma.

En las oficinas centrales de Blockbuster nadie atendió las insistentes llamadas de este medio debido a que también esta sede fue desalojada y ya los ejecutivos locales habrían dejado también sus puestos de trabajo.

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