Después de un año 2013 que podría ser calificado de espectacular para las Bolsas, y en particular para Wall Street que cerró con ganancias en el S&P 500 y el Nasdaq de 29% y 38%, respectivamente; la euforia persiste en los mercados de renta variable, pese a haber comenzado el año con pérdidas (algo que no ocurría desde 2008), avalada por las optimistas perspectivas que anticipan las principales firmas de inversión, quienes apuestan a que la racha alcista continuará en 2014.

A pesar de la sombra que aún proyectan conocidas amenazas como el abismo fiscal en Estados Unidos y la crisis de la deuda en el Viejo Continente, una abrumadora mayoría predice que el S&P 500 avanzará hasta los 2.000 puntos apoyado en una menor percepción del riesgo a escala mundial por parte de los inversores que creen en la reactivación del crecimiento en EE.UU. y China.

Pero las creencias sin evidencias que las sostengan simplemente serían pura cuestión de fe, señala Sala de Inversión, y la naturaleza demandante de los mercados exigirá señales claras que permitan trazar pronósticos adecuados para guiar la intuición (y el capital) hacia los activos correctos. Aunque inversores y expertos coinciden al pensar que la reducción progresiva de los estímulos, ya emprendida por la Reserva Federal, desembocará en un aumento de las tasas de interés que alzará al dólar atrayendo a su vez capitales internacionales a Estados Unidos; dicho incremento en la tasa de referencia no llegará (como pronto) antes del segundo semestre del año.

Por otra parte, no cabe pensar en un endurecimiento monetario por parte de la Fed sin contar con la evidente y clara mejoría del mercado laboral, y para ello, la tasa de desempleo, de acuerdo con el propio objetivo fijado por el ente emisor estadounidense, deberá disminuir a 6,5%. En este sentido aún queda mucho (trabajo) por hacer, sobre todo si se considera que el consenso de los expertos anticipa la próxima tasa de desempleo en el 7% para el dato que se publicará el viernes, a pesar de que en diciembre se hayan creado 190.000 puestos de trabajo.

La segunda referencia a tener en cuenta son las Actas de la Fed que podrían corroborar la paulatina retirada de los estímulos en base a la mejora de las condiciones económicas.

Otros indicadores que permitirán trazar pronósticos a corto plazo son los pedidos a fábrica y el ISM de Servicios. Respecto a las órdenes se espera un incremento del 1,6% en noviembre que subsanaría el retroceso de 0,9% del mes anterior producto dela cautela de las empresas durante las dos semanas de paralización parcial del gobierno estadounidense en octubre. En tanto, para el ISM de Servicios se espera una lectura de 54,6%, medio punto porcentual por encima de la anterior, que afianzará la expansión del sector.

Tampoco habrá que perder de vista el dato de la balanza comercial de bienes y servicios cuyo déficit posiblemente alcance 39.900 millones de dólares en noviembre,tras registrar 40.600 millones el mes previo.

Mónica Coronatti, Editora Sala de Inversión América