Fue un jueves negro. El viernes, en tanto, fue negativo, pero no tanto como el día anterior. Datos privados sobre el empleo en Estados Unidos y una economía muy robusta hicieron que los inversores se preparen para una serie de alzas en las tasas de interés, a niveles superiores a los que contemplaban. El Dow Jones perdió 0,5% mientras que el Nasdaq cayó 0,13% y el S&P 500 lo hicieron 0,29% en una jornada en la que predominaron las posturas cautelosas en los inversores. Como siempre sucede, en la Argentina se potencian las variaciones en los mercados internacionales. Las subas son más pronunciadas, lo mismo que las caídas. Entre los analistas siempre se etiqueta a la Argentina como un mercado con "alto Beta", es decir que tiene variaciones por encima de las de los emergentes, en ambos sentidos. Ayer fue una prueba de ello. Los bonos Globales argentinos corrigieron con un retroceso que en promedio fue de 4.25%. Las mayores caídas se dieron en las acciones argentinas en Nueva York con los bancos que perdieron 8,6%, las energéticas 5,55% mientras que YPF perdió 7,10 por ciento. Tampoco el mercado cambiario pudo eludir el clima negativo imperante en todos los mercados. El dólar MEP operó en $ 485 mientras que el "contado con liqui" abrió a $509,50, cayó hasta $508,75 y cerró $509,25. El Merval en dólares retrocedió para acercarse a los 820. En las operaciones a futuro en el ROFEX el dólar se movió con pocas oscilaciones, con alzas que llegaron hasta 0,5 por ciento. Las miradas del mercado estuvieron puestas hoy en la difusión del dato oficial del empleo en Estados Unidos, que informó que se crearon 209 mil puestos de trabajo en la economía norteamericano. El dato impactó negativamente en los bonos argentinos Globales, que cayeron este viernes hasta 1,6 por ciento. Detrás de los datos y las caídas que mostraron los indicadores en Wall Street, se halla la impresión de que las tasas de la Reserva Federal se podrían estabilizar en torno al 6% anual. Y este nuevo escalón adicional, podría generar nuevos dolores de cabeza en deudores, pero también en los bancos. Recuérdese la crisis en bancos que gatilló a principios de año la fuerte alza de las tasas de la Fed en el Sillicon Valley Bank, que tuvo su correlato en Europa con la caída del Credit Suisse que debió ser absorbido por UBS para evitar que se extienda el contagio en el resto de las entidades financieras. Las heridas generadas en esa última corrida bancaria todavía no cicatrizaron del todo. En la Argentina, este derrumbe en Nueva York tomó a los inversores muy dulces con ganancias acumuladas superiores al 45% en dólares en poco más de un mes en los títulos públicos. El papel estrella del mercado, el AL30, retrocedió 5,5% a u$s 28,30. Casi podría decirse que las señales de Wall Street fueron una invitación a apurar las tomas de ganancias en varios inversores. Las demoras en llegar a un acuerdo con el FMI alentaron también las posturas cautelosas de los inversores. El corto plazo está complicado en la Argentina y la llegada de un gobierno promercado ya fue descontada por los inversores. Nadie duda que el kirchnerismo quedó atrás, por lo menos por cuatro años. Los fantasmas en este tipo de situaciones se multiplican. De la euforia se pasa a la angustia en pocos minutos. Por ello hoy a las 9.30 horas la mayoría de los operadores de las mesas en Argentina estarán pendientes del dato que se dé a conocer en Estados Unidos sobre el empleo. La llegada del verano en Nueva York resta incentivo a las grandes apuestas de fondos de inversión en la Argentina. Nadie se va de vacaciones con fuertes apuestas a mercados riesgosos. Hasta en las negociaciones con el FMI las vacaciones producen demoras. ¿Será julio el mes de la dulzura o de la amargura? Final abierto.