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Algo huele mal en Dinamarca. O mejor dicho, en Japón, Estados Unidos y otros países desarrollados. La frase aparecida en Hamlet, con el paso del tiempo para a utilizarse cuando hay acontecimientos que reflejan serios problemas en países.

El mercado de bonos japonés es el segundo mayor del mundo y ayer las tasas a 30 y 40 años marcaron niveles máximos. En Estados Unidos, una licitación de bonos del Tesoro a 20 años fracasó y el status de refugio seguro que tienen los papeles norteamericanos se está diluyendo.

El rendimiento de los bonos del Tesoro japonés a 40 años trepó a casi 3,6% acumulando una suba de un punto porcentual desde que comenzó la guerra comercial desatada por Donald Trump. La inflación en Japón es levemente superior, por lo que le resta atractivo a los papeles.

Un informe del JP Morgan sobre la economía de los Estados Unidos comparó las medidas de Trump con las adoptadas por Juan Domingo Perón en los años '50.

El problema es que vienen de rendimientos de apenas 0,5% lo que implica fuertes pérdidas de valor (si sube la tasa, bajan precios) lo que impacta balances de bancos, fondos de pensiones, compañías de seguro y empresas.

El viernes último se conoció que Moody's redujo la calificación de la deuda norteamericana. La de Japón mantiene una nota de A1, aún por debajo de la de Estados Unidos.

Hay señales que se asemejan a la de Argentina, el país que más default tuvo en la historia mundial. En primer lugar, la presión política para resistir ajustes fiscales.

El primer ministro japonés Shigeru Ishiba se vio obligado a frenar una rebaja de impuestos y al momento de justificar su decisión destacó que la situación es "extremadamente precaria, peor que la de Grecia". Exageró obviamente pero es un llamado de atención.

Paquete de ajuste

Cruzando el Pacífico, se perciben síntomas similares. La caída de las acciones en Wall Street fue tras conocerse la demanda escasa por los bonos a 20 años en licitación del Tesoro norteamericano.

La clave pasa por el paquete de ajuste lanzado por Donald Trump con final abierto en su paso por la Cámara Baja del Congreso. La tasa a 10 años que se usa de referencia para los mercados emergentes superó la barrera del 4,50% anual, que el mercado contemplaba como techo.

Al cierre de ayer se ubicó 11 puntos porcentuales por encima del valor previo al llegar a 4,59%. El rendimiento a 30 años llegó a 5,03% siendo el valor más elevado en dos años.

Las políticas que unen a Perón con Trump, según JP Morgan. Montaje fotográfico.

¿Cuál es el refugio del mercado en este inédito contexto internacional? Siempre los bonos del Tesoro de EE.UU. lo fueron. Pero eso se está diluyendo.

En la caída del mercado tras el "Liberation Day" por los anuncios de Donald Trump sobre aranceles, los bonos del Tesoro norteamericano perdieron valor reflejando que inversores se volcaban a otros activos, como el euro, el franco suizo y gradualmente, el bitcoin.

Ayer la criptomoneda trepó a u$s 109.000, pero tras el fracaso de la licitación de la deuda a 20 años, volvió a retroceder.

El mundo del revés

El mundo al revés. Justo cuando la Argentina encara su proceso de ajuste y equilibrio fiscal sostenido, Estados Unidos enfrenta una mini crisis por desconfianza sobre su deuda.

Lógicamente tiene a mano Donald Trump diferentes medidas para controlar esta situación. Lo que está claro es que la restricción presupuestaria rige para todos lo mismo que el festival de deuda.

En algún momento los mercados comienzan a desconfiar, aunque se trate de la principal potencia del mundo, con una trayectoria de seguridad jurídica de más de dos siglos. Un informe del JP Morgan sobre la economía de los Estados Unidos comparó las medidas de Trump con las adoptadas por Juan Domingo Perón en los años '50.

Lo que está claro es que algo huele mal. Mientras más rápido se disipe el olor, mejor para todo el planeta.