

Guillermo Moreno fue tajante al pedirnos que el dólar no pase los $ 8,50, pese a que luego hubo ciertos rumores diciendo que lo quería a $ 6, que es ridículo, ya que se contradice con su mensaje anterior y es un imposible, a no ser que el gobierno inyecte muchos millones de dólares a lo largo de varias jornadas para hacerlo bajar. Además, nos pidió que nos limitemos solamente a comprar billetes, pero no a vender. A mi me parece bien, porque prefiero guardarme los dólares antes que salir a rematarlos a $ 8,50. A estos valores prefiero salir de la cancha, cuidar el billete y no tener problemas. Recién el miércoles 3 de abril, una vez que pase Semana Santa y termine este feriado cambiario blue que nos pidió Moreno, se podrá saber cuál es el valor real de la divisa, confiesan en una cueva.
En el mercado del dólar paralelo, todos lo llaman blue, aunque para muchos debería denominarse black, ya que se trata de billetes negros, pues provienen del mercado informal.
En rigor de verdad, existen tres razones por las cuales se le suele denominar blue. En primer término, porque en inglés uno de los significados de ese color es el que se refiere a algo oscuro. Por otro lado, porque al contado con liqui (operatoria bursátil mediante la cual una persona o empresa transfiere fondos desde y hacia el extranjero a través del Mercado de Valores) se lo denomina en la jerga blue chip, entonces quedó el mismo color para el billete que manejan las cuevas. La tercera razón es porque en el ambiente del dólar callejero suele haber billetes falsos. Entonces, para verificar su calidad, hay quienes le pasan una fibra y, si queda en color azul, significa que se trata de dinero trucho.










