De poco el mercado de préstamos hipotecarios ajustado por UVA (Unidades de Valor Adquisitivo) va tomando forma después de casi dos décadas en las que prácticamente los créditos para la vivienda no eran una opción.

Aunque ya cumplieron más de un año desde su lanzamiento, en marzo pasado los plazos se extendieron a 30 años mientras que una semana atrás dos bancos confirmaron una rebaja en las tasas y otros tres aseguraron que también las recortarían. Sin embargo, todavía quedan pendientes algunos desafíos.

Desde INTL FCStone, proveedor de soluciones financieras, resaltaron el potencial de la securitización de créditos hipotecarios UVA y los beneficios que le otorgarían al mercado de capitales local. "La securitización de los créditos hipotecarios que actualizan por UVA es el producto que falta, una figura de uso común en mercados inmobiliarios maduros. Cuando se conforme, tendrá un papel muy importante en el mercado", aseguró Juan Pablo Rechter, Managing Director de INTL FCStone en Argentina.

Si bien los bancos están otorgando créditos -el Banco Central informó que hasta mayo se colocaron casi $ 7.500 millones- también necesitan fondearlos con instrumentos que ajusten por UVA. Hoy esto se hacen a través de dos mecanismos: la toma de Plazo Fijo y Obligaciones Negociables.

El siguiente paso para tener este producto en el mercado de capitales, según detalló el especialista, que se empiecen a generar transacciones de securitización de las carteras. Una vez que creadas, pueden ser compradas por un inversor, ya sea institucional o particular, de forma directa o a través de un fondo común de inversión.

"Los fondos comunes de inversión podemos invertir en activos de oferta pública, pero necesitamos que se creen las acciones para que se pueda invertir en esos productos. Hay ya mucha gente trabajando en esto, falta dar el puntapié inicial y crear las carteras de créditos hipotecarios UVA", subrayó Rechter.

Para fin de año, INTL FCStone calcula que se otorgarán $ 50.000 millones de créditos. Así, una vez que esas carteras existan, la forma ideal de fondearlas es securitizarlas, dice la compañía.

La diferencia de estos productos es que serán una alternativa para invertir en riesgo privado. "Va a ser comparable con las letes y los bonos soberanos y corporativos y con fideicomisos financieros, aunque ajustados por una variable que recién está empezando a surgir en el mercado", expresó Rechter.

En cuanto a la calificación, cree que "deberían estar muy bien calificadas" en sintonía con lo que sucede con la securitización que funciona actualmente, que está orientada a la industria del consumo.