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El viernes, en el marco de la decisión de dejar de ofrecer a los bancos, a partir del jueves 10 de julio, la posibilidad de suscribir las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), el mercado observó que el Banco Central (BCRA) intervino en el mercado de Letras de Capitalización (Lecap) cortas. La sospecha es que la decisión respondió a que el Gobierno teme que la baja de tasas que se observa en la City como producto de este proceso haga presión en el tipo de cambio.

"Cuando el BCRA anunció el fin de las LEFI, señaló que buscaba que el mercado de las Lecap cortas fuera donde los bancos administraran su liquidez. Y, por otro lado, se reservó la posibilidad de intervenir en esa plaza", dice a El Cronista el analista Christian Buteler.

Aclara que no es obvio que la entrada del regulador monetario en esa plaza haya sido para controlar la tasa. Pero el mercado le da altas chances a esa estretagia en un contexto de suba del dólar y riesgos de volatilidad.

Camilo Tiscornia, economista y director de CyT, explicaque "el fin de las LEFI vuelca liquidez al mercado". Los bancos tienen que reacomodar sus carteras. El stock de esas letras alcanzaba $ 15.433,4 millones (1,9% del PIB) en mayo de este año, lo que equivalía al 48% de la base monetaria y este flujo de pesos es una amenaza latente para el dólar.

"Esos pesos van hacia otros instrumentos, como las cauciones y las Lecap y empiezan a bajar las tasas, que, al ser menos atractivas frente a un dólar más volátil, agregan presión cambiaria", señala el economista.

Baja de tasas

"Si tenemos en cuenta que tras las LEFI no hay más tasas a un día, es un riesgo bajar el rendimiento de las letras cortas en un contexto de inestabilidad cambiaria y falta de oferta a la que podríamos sumar escenario preelectoral", advierte el economista Federico Glustein.

El analista opina que "es probable, si hay una tasa baja, se dé una migración hacia el dólar". Así, pese a que una caída en los tipos de interés puede leerse como una muestra de acompañamiento de una baja inflacionaria, sostiene que lo mejor sería conservar una tasa atractiva para evitar un recalentamiento del tipo de cambio.

"Es una decisión que busca arreglar un problema autoinfligido al decidir desarmar justo en este momento, en el que lo estacional no es tan favorable para el tipo de cambio, las LEFIs", señala Sebastián Menescaldi.

Un problema autoinfligido

Ante ese peligro, el BCRA intervino en el mercado secundario de Lecap a fin de controlar la caída de tasas. Y, para Sebastian Menescaldi, economista de Eco Go, el Gobierno actuó bien al hacerlo, pero señala que, en realidad lo hace para sanar una decisión previa que no parece tan acertada en este momento.

"Es una decisión que busca arreglar un problema autoinfligido al decidir desarmar justo en este momento, en el que lo estacional no es tan favorable para el tipo de cambio, las LEFIs, lo que se traduce en una caída de la demanda de pesos y mayor presión para el dólar", sostiene.

Así, evalúa que "está bien lo que hicieron, pero es todo el costo de una mala programación financiera en pesos y en dólares".