Entre la última semana de este mes y la primera de diciembre el Banco Nación emitirá obligaciones negociables por u$s 600 millones en Nueva York. Si bien la idea es pagar una tasa del 7% anual en dólares, se debe tener presente que la tasa de corte sale de la licitación a raíz de los oferentes que se presenten en el Nasdaq, donde se hará la transacción. En lo que es la puerta de entrada del capital privado al BNA, la premisa es conseguir fondeo para dar capital de trabajo y también inversiones en dólares. Incluso, hasta ya están listos los “SEC filings”, que es, ni más ni menos, que la documentación disponible en la Security and Exchange Comission para que consulten inversores institucionales, lo que es la pieza técnica posterior a la declaración de registro, que fue diseñada por el famoso estudio de Wall Street A&O Shearmam. Los SEC filings son documentos que detenta el regulador y contiene a los estados financieros, el plan de negocios y otros documentos de la empresa. A&O Shearman es el agente que estructuro la emisión. Los colocadores serán Goldman Sachs y Morgan Stanley. Lo cierto es que ya tienen firmados los contratos de underwriting y de agentes colocadores. Los fees los están manejando con mucho hermetismo, como toda la operación. Ya giraron el borrador del prospecto, que sale por Nasdaq, que resulta más conveniente para este tipo de agencias extranjeras, ya que el New York Stock Exchange es más exigente con los requerimientos. El gran gasto es el de underwriting fee, del 5,5%, ya que los fees de registración en la SEC y los de Accounting son mínimos. La idea de convertir al BNA en una sociedad anónima está frenado judicialmente, pero para emitir el bono corporativo no es condición sine qua non la transformación del status jurídico en SA. En principio, la idea era salir con dos colocaciones de u$s 400 millones cada una, pero luego se optó por una de u$s 600 millones. Daniel Tillard, el presidente del Nación, ya hizo este proceso cuando fue titular del BanCor, pero en ese caso se realizó en el NYSE. Ahora, con la premisa de potenciar los créditos, y aprovechando su gran red de sucursales en el exterior, la idea es captar fondeo de los grandes fondos estadounidenses, como puede ser el caso de Balckrock, y por qué no de otros que siempre miran activos en nuestro país, como el caso de los famosos Pimco y Templeton, por ejemplo. Javier Huici, socio Líder de Auditoría en EY Argentina, revela que el nuevo contexto post electoral reactivó proyectos -suspendidos por la incertidumbre previa de los últimos 4 o 5 meses-, o bien aceleró iniciativas de empresas del país para conseguir financiamiento a través del mercado de capitales, inicialmente mediante la emisión de instrumento de deuda, pero sin descartar la posibilidad de abrir su capital al mercado mediante oferta pública de acciones. “Esto se verifica principalmente en industrias con mejor perspectiva desde el contexto macroeconómico actual, como ser las del sector de energía o eléctricas, como así también empresas que están más vinculadas con la operatoria del mercado, como ser entidades de la industria financiera, incluyendo a las fintechs". “En este sentido, hemos verificado un incremento de la demanda de servicios para materializar estos proyectos por parte de nuestros clientes, sean de auditoría o consultoría”, advierte.