

Con más de 20 años de trayectoria en el sector ejecutivo, Sigrid Ana Tolaba es una de las mujeres que pisa fuerte en el mundo de las finanzas. Durante casi dos décadas fue CEO y presidente de la gerenciadora de fondos Toronto Trust y actualmente se encuentra al frente de Southern Trust.
Además, este año preside la Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
En diálogo con El Cronista anticipó cómo será el próximo encuentro del IAEF, que tendrá lugar mañana en Nordelta. Y se refirió a los temas que más preocupan al sector financiero de Argentina: la crisis económica, el dólar, la falta de un plan.
- ¿Ve alguna mejora en el clima de negocios de la Argentina a partir de la salida gradual de la pandemia?
- La salida de la pandemia permitió una fuerte recuperación de las actividades ligadas a lo presencial y seguramente la apertura del turismo contribuirá a esa mejora. Pero el desorden macroeconómico que se refleja en la tasa de inflación, en el mercado de cambios y en el aislamiento financiero con el exterior no han permitido trasladar plenamente esta recuperación al clima de negocios.
- ¿Cuáles son los aspectos que más daño le hacen a la inversión?
- La inversión es siempre una mirada optimista hacia el futuro. Esa mirada optimista depende del espíritu emprendedor de los empresarios inversores, pero también de un contexto político favorable, estabilidad macroeconómica y de los incentivos adecuados en materia de precios relativos, carga fiscal, regulaciones, etc. Hoy la Argentina no ofrece esos elementos.
- ¿De qué manera incide la tasa de descuento que impone el riesgo país a la hora de obtener financiamiento externo?
- La tasa de riesgo país refleja la capacidad de la Argentina de tener acceso a crédito voluntario y cumplir sus compromisos de deuda y se mide por spreads de nuestros títulos públicos respecto de un título libre de riesgo de igual duración. Su nivel hoy refleja la percepción que tienen los inversores de que, sin un programa confiable y creíble, la Argentina no tendrá acceso al crédito en el mediano plazo. Hay pocos proyectos en el país que, corregidos por este riesgo, resultan atractivos. Estamos desaprovechando un momento extraordinario de liquidez global y tasas bajas.
- ¿Cómo ve que está funcionando la cadena de pagos en la Argentina?
- La cadena de pagos funciona bien, hay mucha liquidez, pero creo que las dificultades están en la necesidad de proteger los stocks, dada la imprevisibilidad de los costos de reposición y el riesgo de descapitalizarse.
"El desorden macroeconómico que se refleja en la tasa de inflación, en el mercado de cambios y en el aislamiento financiero con el exterior no han permitido trasladar plenamente la recuperación al clima de negocios"
- ¿Cuál es su visión respecto de cómo está la industria de fondos actualmente?
- Está muy concentrada en el corto plazo, producto de la incertidumbre sobre la solución a los desequilibrios de la economía que mencionamos. Los clientes principales en montos siguen siendo las empresas, las compañías de seguro o los inversores institucionales. Lo que realmente es muy alentador es la capilaridad que han sumado nuevos actores como las billeteras virtuales, que, junto con el trabajo de las ALyC virtuales, han incorporado millones de clientes minoristas. Han realizado un gran trabajo educativo, simplificando el acceso a las inversiones, haciéndolas simples y han sembrado la idea de gestionar sus ahorros a un público muy amplio.
- Se suele decir que las valuaciones de los activos argentinos están baratas. ¿Cree que representan oportunidad o tiene una posición cautelosa al respecto?
- En general, tenemos una posición cauta por definición. En forma muy selectiva y oportunista podemos encontrar trades para incorporar en nuestros fondos, pero las restricciones a la hora de invertir, los cambios estructurales que trajo la pandemia, los de los propios negocios, la falta de drivers positivos en el contexto local invalida la generalización. Ahora, es claro que, en una Argentina más previsible, los bonos y las acciones deberían operarse en otros niveles.
- ¿Qué aspectos debería tener un plan económico?
- Debería plantear un modelo de estabilización en materia inflacionaria y, al mismo tiempo, definir una política fiscal para reducir, gradualmente, la presión impositiva y el déficit. También tendría que normalizar precios reprimidos y ordenar el mercado de cambios para atraer inversiones. El acuerdo con el FMI también es necesario, pero más importante es que la política logre los acuerdos mínimos para generar confianza y respaldo a un programa económico.
"Solamente el 13,7% de las empresas con mayor facturación en Argentina cuentan con un directorio con integrantes mujeres. Pasa lo mismo en las empresas cotizantes"
- Las cotizaciones libres del dólar financiero ya superan largamente los $ 200. ¿Hay algo de irracional en esta situación?
- El tipo de cambio en estos niveles es otro reflejo de la falta de confianza generada por la ausencia de un plan, un esquema confiable y predecible. En un entorno de tasas de interés negativa con escasez de reservas, con restricciones a los pagos de importaciones, un programa creíble respaldado por el FMI debería comprimir la brecha.
- ¿Confía en que pueda haber una recuperación en el mediano plazo?
Si, pero no hay soluciones mágicas y sin costos. Ahora, si logramos que se avizore un mejor futuro, la sociedad va a acompañar.
- Usted es la primera mujer en presidir la Convención Anual del IAEF. ¿Cree que está un poco más equilibrada la cancha en el mundo de las finanzas para las mujeres?
- No esta equilibrada, solo el 13,7% de las empresas con mayor facturación en Argentina cuentan con un directorio con integrantes mujeres. Pasa lo mismo en las empresas cotizantes. Es un largo proceso que tenemos que apoyar y profundizar, porque genera riqueza de las instituciones, holísticamente hablando. Es difícil ceder espacios, sumado a los sesgos y a otros tantos temas para tener en cuenta, pero la inteligencia colectiva, la que recrea las soluciones faltantes, solo es posible con la suma del talento y la diversidad de sus miembros. En ese sentido, el Instituto está incorporando mujeres al consejo de administración, tenemos una Comisión de ejecutivas de Finanzas que ojalá siga agrandándose. Esta convención contó con un equipo de trabajo balanceado, lo mismo sucedió en la convocatoria que logramos en los paneles y los moderadores. Queremos seguir sumando financieras talentosas que enriquezcan la mirada del Instituto y aportar nuestro granito de arena para lograr una mejor representación de todos.
- ¿Qué podemos esperar de la próxima Convención del IAEF?
- Queremos recuperar ese espacio de reflexión y encuentro que teníamos todos los años, y que es tan querido y tan propio del IAEF, pero además profundizar sobre los temas para trabajar, como empresarios, CFO y gerentes. Porque el momento que estamos viviendo exige toda nuestra creatividad, nuestro compromiso para interactuar mejor con otros colegas, con sectores sociales, con el sector público.
La dimensión de los problemas que enfrentamos requiere de la interacción y el apalancamiento de todos los ecosistemas posibles en pos de lograr que el país progrese. Vamos a escuchar voces expertas como las de Juan Carlos de Pablo, Juan Carlos Torre, Ricardo Hausmann, Susana Malcorra, Javier Alvarez Martinez, Jorge Remes Lenicov, Maria Eugenia Estenssoro, Carolina Castro, Santiago Belinkis, Gonzalo Tanoira, Jaime Etcheverry, Gustavo Magdalena entre otros, moderados por profesionales del periodismo. Nos espera una convención plena de aprendizajes y camaradería.













