

El directorio del Banco Central se actualizó ayer a la nueva composición de poder dentro del Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner. El Gobierno nombró dos nuevos directores, uno elegido por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y otro seleccionado por el ministro de Economía, Axel Kicillof. Desde que el viernes pasado Pablo López fue nombrado como secretario de Finanzas, el órgano de gobierno del banco se había quedado sin quórum para sesionar.
A través de dos decretos publicados ayer en el Boletín Oficial que llevan la firma de Capitanich, Kicillof y la presidenta fueron nombrados como directores en comisión Sebastián Aguilar y Germán Feldman.
Los nuevos directores no perdieron el tiempo y, ayer mismo, participaron de su primera reunión de directorio. La sesión, que tradicionalmente se celebra cada jueves, tuvo asistencia perfecta: junto con los recién nombrados estuvieron el flamante presidente de la entidad, Juan Carlos Fábrega, su vice, Miguel Pesce, más los directores Santiago Carnero y Waldo Farías.
Uno es chaqueño, el otro soviético, resumían ayer por la mañana en el banco, en referencia a la provincia de Capitanich y al apodo de Kicillof.
El hombre de Capitanich en el BCRA es Aguilar, hasta ayer presidente del Banco de Chaco, cargo al que llegó luego de ocupar una cargo en la gobernación del ahora jefe de Gabinete de la Nación.
El dato de que se trate de un banquero del sector público fue recibido como una buena noticia por la línea, los empleados de carrera del BCRA en los que busca apoyarse Fábrega. Más allá de su actuación específica en El Chaco, en el sector financiero lo consideran un tipo ducho en las formas del mercado, y que condujo en su provincia una mesa de operaciones que se destacó entre las del sector público.
Menos conocido en el sector financiero es Germán Feldman, un hombre que ha trabajado en el ámbito académico y el ministerio de Economía. Su experiencia con el Banco Central es reciente: asesoró a Pablo López, un hombre de Kicillof que dejó de ser director de la entidad la semana pasada, cuando asumió como secretario de Finanzas en lugar de Adrián Cosentino.
Sus colegas en el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) lo describen como un investigador de perfil muy bajo, de orientación ideológica de centro izquierda pero sin ninguna militancia formal.
Con las nueva incorporaciones, el directorio BCRA no llegó a estar ni siquiera una semana entera sin quórum. Para que el directorio pueda sesionar y tomar resoluciones se necesita un mínimo de 5 miembros presentes. Fábrega, Capitanich y Kicillof no se quisieron permitir el lujo de dejar a la autoridad monetaria sin esa posibilidad en tiempos en que las reservas caen a un ritmo cercano a los u$s 160 millones por día.
Los nombramientos confirmaron una regla de oro para las conducciones que tuvo el BCRA en la década kirchnerista: el director de la entidad no pone hombre propios en el directorio. Sólo Martín Redrado, después de muchos años al frente del banco, consiguió esa deferencia. En los últimos días se especulaba con que Fábrega recibiría el enorme espaldarazo de poder contar con un voto propio, pero finalmente quedó confirmado que los hombres fuertes son sólo dos.
Más Videos













