Mientras el ex vicepresidente Dick Cheney se preparaba para hablar durante una cena con congresistas republicanos en marzo, un grupo de latinos protestaba afuera llevando pancartas que decían: "Los inmigrantes votamos".

Los manifestantes mencionaron algo que ahora el Partido Republicano acepta abiertamente: debe ganarse la simpatía de los votantes latinos para tener una oportunidad real de ocupar la Casa Blanca en 2016.

"Es ampliamente reconocido que nuestro partido tiene que luchar enérgicamente por el apoyo hispano", dice Mel Martínez, cubano-americano y ex senador republicano de Florida.

El desafío que enfrenta el Partido Republicano es evidente por la cautela con que sus candidatos a la Casa Blanca tratan el tema de la condición jurídica de más de 11 millones de inmigrantes ilegales que residen actualmente en EEUU, muchos de los cuales son hispanos.

Los candidatos que son percibidos como "blandos" con un grupo que la base conservadora del partido considera infractores de la ley, se arriesgan a perder apoyo en las primarias republicanas. Pero las posibilidades del partido en las elecciones van a disminuir si los candidatos adoptan una posición estricta que aliene a un grupo minoritario vocal y cada vez más poderoso.

De 1980 a 2013, el número de latinos aumentó del 6,5 al 17% de la población estadounidense, equivalente a 54 millones de personas. Para el año 2060, los hispanos representarán el 29% de la población.

El electorado hispano ha crecido en 3.9 millones de personas en los últimos cuatro años y ahora constituye el 11% de los votantes elegibles, según Pew Research, un grupo de estudio con sede en Washington. El crecimiento es especialmente problemático para el Partido Republicano, porque los hispanos en la mayoría de los estados tienden a votar por los demócratas.

George W Bush atrajo un mayor apoyo hispano en los estados de Texas y Florida para obtener el 44% del voto latino.

Poco menos de la mitad de todos los latinos viven en California y Texas, dos estados fronterizos. Pero a medida que los hispanos se dispersan cada vez más por EE.UU., forman un bloque más potente. William Frey, demógrafo de la Brookings Institution, un grupo de estudio, dice que las dos ciudades con mayor crecimiento de población latina entre 1990 y 2010 están en Carolina del Norte: Charlotte y Raleigh tuvieron crecimientos de población latina de 1,715 y 1,548% respectivamente.

Los estados con mayor crecimiento de la población latina están en el sur y el sureste. Según Pew, Alabama registró el mayor incremento desde 2000 hasta 2011 con un crecimiento del 158%, y Carolina del Sur, Tennessee y Kentucky se situaron inmediatamente detrás.

Dado que las tendencias apuntan hacia una mucho mayor influencia hispana en todo el país, los candidatos presidenciales para las elecciones de 2016 planean enfocarse en los estados fluctuantes clave donde el electorado latino ha aumentado desde 2004.

La proporción de votantes hispanos elegibles en Nuevo México ha crecido 4,1 puntos porcentuales hasta el 39,7%. En Colorado, el aumento fue de tres puntos porcentuales, hasta el 14.4%, y Nevada registró un aumento de 7.5 puntos porcentuales, hasta el 17,1%.

Pero el estado clave más importante es Florida que tiene 29 votos electorales, tercero después de California y Texas donde la ganancia fue de 6.3 puntos porcentuales, hasta el 17,6%.

En las 17 elecciones presidenciales desde la segunda guerra mundial, Florida ha votado por los republicanos 11 veces y por los demócratas en seis ocasiones. Pero tres de las victorias demócratas ocurrieron en las últimas cinco elecciones, lo que lleva a algunos a sugerir que los hispanos en el "Estado del Sol" ahora se inclinan hacia los demócratas. López dice que en 2008 los votantes hispanos demócratas registrados superaron en número a los votantes hispanos republicanos registrados y desde entonces se ha mantenido esa proporción.

Hay varias razones para el cambio. A diferencia de otros estados, los latinos de Florida han tendido a votar por los republicanos, en parte debido a la presencia de un gran número de cubano-estadounidenses que están a favor del partido. Pero en las últimas dos décadas ha disminuido la proporción de cubanos dentro de la población hispana del estado. Además, el 57% de los cubanos que llegaron a EE.UU. desde 1990 se inclinan hacia los demócratas, en comparación con el 35% de los que llegaron antes de ese año, según Pew.

Martínez dice que los republicanos "tienen muchas posibilidades" de ganar Florida. El ex senador de Florida señala que ganó su escaño en 2004 con el 60% del voto hispano, y añade que los republicanos tienen dos candidatos presidenciales que serían muy fuertes en Florida. Él apoya a Jeb Bush, ex gobernador de Florida que habla español y cuya esposa es mexicana, pero dice que Marco Rubio, el senador cubano-estadounidense de Florida, también atraería un fuerte apoyo de los latinos.