
Sacyr Vallehermoso, uno de los motores detrás de la burbuja de la construcción en España, fue salvada a último momento por la petrolera Repsol, después de que ésta compró por 2.570 millones de euros acciones de la endeudada constructora.
Sacyr, que había refinanciado un préstamo bancario por 4.900 millones de euros para adquirir 10% de Repsol en el tope del mercado, no tuvo otra opción más que venderle nuevamente la mitad de su participación a un descuento, antes de la fecha límite de hoy.
La venta de la mitad del 20% que tenía Sacyr a Repsol pone fin a una batalla de cinco años entre las compañías que le costó el puesto a Luis Del Rivero, cofundador y presidente de la constructora, y que ayudó a destruir el 90% de su valor logrado antes de la crisis.
Repsol, que enfrenta la posibilidad de que los bancos que le han prestado a Sacyr embarguen las acciones, prefirió usar parte de los 5.600 millones en efectivo de su balance para comprarlas, para venderlas a un inversor industrial, o remunerar a los accionistas, dijo la petrolera española.
Sacyr, que vendió a Repsol a 21,06 euros la acción, o a 5% de descuento respecto del cierra del lunes, señaló que se había asegurado una prórroga de tres años para los 2.400 millones de euros restantes de la deuda.
Eso le permitiría retener el 10% de Repsol con la esperanza de borrar luego parte de las pérdidas de capital por 940 millones de euros en las que ya incurrió cuando invirtió a un precio promedio de 26,70 euros la acción.
El último intento que hizo Sacyr para vender la mitad a la china Sinopec su participación en Repsol fracasó porque se le acabó el tiempo para tentar a la petrolera estatal, ya que el préstamo vencía esta semana.
Varios bancos, incluyendo Citigroup y Crédit Agricole, habían exigido a Sacyr que devolviera todo o parte del préstamo, lo que llevó a Sacyr a buscar un comprador dispuesto a pagar por las acciones una prima por encima del precio de mercado.
Sacyr, que durante el auge de la construcción en España se convirtió en una de las constructoras más grandes y con mayores conexiones políticas del país, hizo una importante apuesta apalancada en Repsol en 2006, como parte de su estrategia de diversificar sus actividad más allá de la construcción. No obstante, tuvo problemas cuando las acciones de Repsol cayeron fuertemente durante la crisis financiera.
Las acciones de Sacyr registraron un precio récord de casi 50 euros en 2007, pero se derrumbaron a la cotización actual cercana a 4,36 euros cuando la industria local de construcción se detuvo y la constructora comenzó a sufrir el peso de las deudas. Cerca de la fecha de vencimiento, Sacyr acordó con Pemex, la petrolera estatal de México, votar en bloque y ejercer mayor control sobre Repsol. Esa medida fue interpretada por el management de Repsol como una agresión y el entonces presidente del directorio y cofundador de Sacyr, Del Rivero, fue despedido por su propio directorio.











