Las operaciones de divisas alcanzaron un récord de U$S 10 billones diarios durante las secuelas del "día de la liberación" arancelario de Donald Trump, lo que subraya el creciente papel de los mercados de divisas como primera línea de la volatilidad global.
En abril hubo un promedio de U$S 9,6 billones en transacciones diarias, según el último informe trienal del Banco de Pagos Internacionales (BIS), frente a los U$S 7,5 billones del mismo mes tres años antes.
Los datos ponen de relieve el crecimiento implacable de los volúmenes de divisas en las últimas décadas, y la creciente influencia que este comercio extrabursátil -acuerdos privados entre bancos- ejerce sobre los mercados financieros mundiales. El Reino Unido mantuvo su posición como principal centro de comercio de divisas, con el 38% de la actividad de abril.
El informe del BIS, que recopiló datos de más de 1.000 bancos y otros intermediarios, citó "una volatilidad elevada del mercado de divisas y un aumento en la actividad comercial tras los anuncios de política comercial" en su análisis preliminar publicado el martes.
Abril fue un mes particularmente volátil debido a la conmoción provocada por los anuncios arancelarios del "día de la liberación" de Trump, que desencadenaron una caída del dólar frente a otras monedas importantes como el euro y una ola de coberturas por parte de inversores que intentaban protegerse de nuevas oscilaciones.
La mayor parte de los volúmenes mensuales siguió correspondiendo a swaps de divisas, acuerdos para intercambiar distintas monedas y revertir la operación en una fecha futura, que representaron U$S 4 billones del volumen diario.
El BIS ha calificado anteriormente a los swaps de divisas como un "pilar fundamental" entre los mercados de divisas y de bonos soberanos, y una de las principales razones por las que los mercados de deuda pública se han vuelto más internacionalizados desde la crisis financiera; es decir, que un problema en la deuda soberana de un país puede propagarse rápidamente a otro.
El informe del martes también subrayó el repunte de coberturas cambiarias este año por parte de inversores globales que intentan protegerse de la volatilidad, ya que el dólar estadounidense tuvo su peor inicio de año en décadas. Esto contribuyó a un escenario favorable de operaciones para los bancos de Wall Street.
La participación en el mercado de divisas de los denominados contratos a plazo (forwards), utilizados por los inversores para fijar un tipo de cambio futuro, subió al 19% del volumen total, frente al 15% de hace tres años.
Los volúmenes de opciones de divisas, otra forma popular de cubrirse contra oscilaciones cambiarias, más que se duplicaron, representando el 7% del volumen total.
Sin embargo, los datos subrayaron la dominancia continua del dólar estadounidense en los mercados de divisas, con la divisa presente en el 89% de las operaciones, frente al 88% de hace tres años, mientras que la participación del euro y la libra esterlina cayó ligeramente.
En el mercado extrabursátil de derivados de tipos de interés, sin embargo, los contratos denominados en euros superaron a los denominados en dólares según los datos del BIS, lo que atribuyó a un cambio de la actividad de negociación de contratos en dólares hacia derivados negociados en mercados bursátiles.
