Los mercados de Argentina se preparan para más pérdidas tras una elección provincial prevista para el domingo, mientras el presidente libertario Javier Milei busca recuperar la confianza de votantes e inversores en medio de una economía que no despega y un escándalo de corrupción de dos semanas que puso en duda el futuro de sus reformas.

El índice bursátil de referencia cayó un 20% en las últimas semanas y acumula una baja del 30% desde comienzos de enero, después de haber subido un 170% el año pasado tras la euforia por la elección de Milei. Los inversores temen que un mal resultado para el gobierno el domingo prolongue las pérdidas, ya que las encuestas sugieren que los votantes están perdiendo la paciencia con la agenda de Milei.

La administración del presidente lucha por sostener el peso y contener la inflación antes de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, subiendo las tasas de interés, aumentando los encajes bancarios para restringir la cantidad de dinero en circulación y vendiendo dólares para estabilizar el tipo de cambio.

Nicolás Max, director de la sociedad de bolsa local Criteria, dijo que la incógnita para los inversores el domingo es cuánto voto irá a parar a los peronistas de la oposición -el movimiento populista estatista y pro-trabajador que domina la política argentina desde que Juan Domingo Perón y su esposa Evita llegaron al poder en la década de 1940.

La provincia de Buenos Aires, bastión peronista, concentra al 40% de la población argentina y la votación del domingo será un termómetro para las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre. "Si el peronismo demuestra que sigue vivo y competitivo, eso representaría una amenaza real para el valor de los activos argentinos", señaló Max.

Aunque las acciones se desplomaron en las últimas semanas, los rendimientos de los bonos se dispararon. La prima que exigen los inversores sobre los bonos del Tesoro estadounidense para mantener deuda soberana argentina subió un punto completo en el último mes, hasta 8,3 puntos porcentuales, manteniendo a Argentina fuera de los mercados internacionales de crédito.

El Gobierno de Milei lucha por sostener el peso y contener la inflación antes de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Foto: NA.

El peso, que inicialmente se sostuvo relativamente firme frente al dólar tras la liberalización cambiaria de Milei en abril, lleva dos meses en baja y ya perdió una quinta parte de su valor oficial desde que se levantaron la mayoría de las restricciones de negociación.

La votación del domingo elegirá legisladores provinciales con poca influencia en la política nacional. Pero el resultado podría sacudir aún más a los mercados, ya que la agenda de libre mercado de Milei enfrenta su mayor desafío desde que asumió en diciembre de 2023.

Para el oficialismo, si los peronistas logran retener la asamblea provincial por un margen estrecho, sería un buen augurio de cara a octubre. Pero si el peronismo gana por más de 5 puntos, los activos argentinos volverán a sufrir presión.

En particular, los encuestadores evalúan cuánto podrían afectar al apoyo de Milei las acusaciones de corrupción que surgieron hace dos semanas y sacudieron a su gobierno. Algunas encuestas muestran su aprobación cayendo por debajo del 40% por primera vez.

Los fiscales investigan grabaciones filtradas en las que Diego Spagnuolo, un exfuncionario cercano al presidente y recientemente despedido, parece describir un esquema de sobornos.

No se han presentado cargos, pero las denuncias -que incluyen la supuesta recepción de un retorno del 3% por parte de Karina Milei, hermana del presidente y jefa de gabinete, proveniente de la distribuidora de medicamentos Suizo Argentina- han golpeado al gobierno. Milei, habitualmente locuaz, guardó silencio durante días antes de calificar a Spagnuolo de mentiroso.

La incapacidad del gobierno para frenar el escándalo permitió que este se instalara en la vida pública. Hinchas de fútbol corearon la frase "3 por ciento" en un estadio de Buenos Aires. Una librería en la ciudad de La Plata ofreció un descuento del 3% en una biografía de Karina Milei. Suizo negó haber actuado mal y Karina se limitó a retuitear desmentidas de colaboradores.

"Aun si las sospechas no se prueban, este es un caso extremadamente fácil de entender para el público... golpea directamente la credibilidad de Milei", dijo Lucas Romero, analista político de la consultora Synopsis.

El presidente siempre ha presentado a Karina como el centro de su movimiento -la llama "La Jefa" y confía en ella para manejar su partido, La Libertad Avanza. "Es casi imposible imaginar un gobierno de Javier sin Karina; funcionan como una unidad", agregó Romero.

Aumentando la presión, el gobierno llega a la elección justo cuando la economía se enfría. La recuperación del producto se estancó en mayo y junio, según los datos, mientras que la confianza del consumidor cayó. Los economistas advierten que los intentos de sostener el peso podrían frenar aún más el crecimiento y disparar los precios, con tasas de interés de la deuda pública de corto plazo en moneda local acercándose al 60%, lo que equivale a casi 35% en términos reales tras la inflación.

"Estamos en un mundo de tasas absurdamente altas", señaló Daniel Artana, economista jefe de FIEL, un centro de estudios de Buenos Aires. "Esto no es sostenible en el largo plazo."

Milei culpó de la volatilidad de los mercados a la oposición, acusándola de impulsar proyectos de gasto que ponen en riesgo su superávit fiscal. "Tenemos un Congreso secuestrado por lo peor de la clase política argentina", dijo la semana pasada. "Están atacando nuestro superávit fiscal, la piedra angular del proyecto nacional para hacer grande a la Argentina otra vez."

Con menos del 15% de los escaños en ambas cámaras del Congreso, el partido de Milei se ha visto obligado a concentrar esfuerzos en bloquear leyes de gasto opositor en lugar de avanzar con su propia agenda.

Pero la estrategia de bloqueo muestra grietas: la Cámara de Diputados anuló el veto de Milei a la suba de las pensiones por discapacidad el mes pasado, mientras que el Senado aprobó leyes que aumentan los fondos para salud y universidades.

Milei necesita una gran victoria en octubre para ampliar su base legislativa. Ha destacado dos éxitos iniciales: lograr un superávit fiscal en su primer año, después de casi 15 años de déficits, y reducir la inflación desde niveles de tres dígitos.

Pero las encuestas muestran que los votantes están perdiendo la paciencia con la austeridad, trasladando su preocupación de los precios al empleo y al crecimiento económico -algo que Argentina no logra de manera sostenida desde hace dos décadas.

La elección del domingo, concluyó Max de Criteria, se ha convertido en "un plebiscito sobre si la población está dispuesta a continuar con este modelo económico de ajuste fiscal -con todos los sacrificios que implica- o dará la espalda al logro del superávit fiscal y volverá a abrazar las ideas populistas tradicionales".