Argentina se acerca a un acuerdo con los bonistas tras el impago de su deuda soberana hace poco más de una semana.

El país hace meses que intenta reestructurar su deuda externa por u$s 65.000 millones. La primera propuesta presentada por el gobierno en abril fue rechazada por tres grupos de acreedores diferentes, y una vez transcurrido un período de gracia sobre los pagos incumplidos, el 22 de mayo el país cayó en default.

Sin embargo, la semana pasada creció el optimismo sobre la posibilidad de que se llegue a un acuerdo. Ambas partes de la negociación acercaron posiciones después de que tanto el gobierno como los tenedores de bonos ofrecieran algunas concesiones. De todos modos, muchos esperan que se posponga el deadline fijado para mañana, dado que aún existen diferencias entre el alivio que el país busca y lo que los acreedores están dispuestos a conceder.

Los dos grupos de acreedores más grandes de Argentina presentaron una propuesta conjunta al fines de la semana pasada que, según ellos, resultaría en un alivio del flujo de caja superior a u$s 36.000 millones para los próximos nueve años.

El jueves el gobierno también reveló nuevos términos, con pagos que se reiniciarán en 2022 en vez de 2023. También aumentó el pago promedio de los cupones de los nuevos bonos y redujo la quita de capital propuesta.

Los bonistas dicen que su propuesta reduce cerca de 32% los pagos de cupones a un promedio del 4,25%, y no piden ningún pago de amortización hasta 2025.

Pero los grupos sí quieren desembolsos a partir de este año para cubrir los intereses no pagados bajo la llamada estructura "de pago en especie" a partir de una tasa del 1,75%.

Brad Setser, investigador de economía internacional del Consejo de Relaciones Exteriores, advirtió que una estructura de pago en especie podría eventualmente conducir a un mayor stock de deuda para Argentina. Agregó que en la propuesta de los bonistas, con cupones apenas "levemente inferiores", existe el riesgo de "que no mejore realmente la solvencia a largo plazo".

BlackRock, Ashmore, Fidelity y T Rowe Price son algunos de los miembros del mayor grupo.

El segundo grupo más grande -compuesto por tenedores de bonos ya reestructurados emitidos en 2005 y 2010, o los llamados bonos del canje- incluye a los hedge funds VR Capital Group, Monarch Alternative Capital y HBK Capital Management.

Los grupos sostienen que, combinadas, sus tenencias de bonos del canje ascienden al 31% del saldo pendiente, mientras que sus miembros tienen el 32% de los bonos argentinos emitidos desde 2016. Dependiendo del bono, el gobierno necesita la aprobación de entre el 66% y el 85% de los acreedores para modificar cualquiera de los términos de su deuda, lo que significa que los dos grupos tienen posiciones suficientes para bloquear un acuerdo.

"Los términos han sido cuidadosamente diseñados para lograr un reparto equitativo del peso por parte de los bonistas de todos los instrumentos en circulación", dijo el grupo liderado por BlackRock en una declaración el viernes. "Creemos que la lógica de nuestra propuesta conjunta debería permitirle recibir un amplio apoyo de los tenedores de bonos institucionales y minoristas por igual".

Traducción: Mariana Oriolo