Los aranceles del 50% que el presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso a Brasil la semana pasada están entre los más altos que ha aplicado a un país hasta la fecha en su guerra comercial. La razón no tuvo nada que ver con las políticas comerciales de Brasil. De hecho, Estados Unidos mantiene un superávit con Brasil. Pero Trump utiliza la política comercial para plantear demandas políticas. Quiere que las autoridades brasileñas retiren los cargos contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de planear un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022. Sin embargo, a pesar de la creciente tensión -en la que el actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusa a Trump de entrometerse en la soberanía del país- los activos brasileños apenas se inmutaron. El real subió casi un 13% frente al dólar este año. El índice bursátil de referencia del país, Ibovespa, que alberga a la petrolera Petrobras y a la minera Vale, acumula una ganancia del 11%. La escasa respuesta subraya la naturaleza relativamente cerrada de la mayor economía de América Latina. Las exportaciones representaron menos de un 20% del PIB de Brasil el año pasado, según el Banco Mundial. De esta cifra, solo el 12% de sus exportaciones se destinó a EE.UU., en comparación con el 82% de las exportaciones de México destinadas a su vecino del norte. Los analistas de Capital Economics calculan que, en el peor de los casos, un impuesto general del 50% sobre todas las exportaciones de Brasil a Estados Unidos reduciría entre un 0,3% y un 0,5% el PIB de Brasil en tres años. En cualquier caso, en realidad los aranceles anunciados por Trump sobre Brasil no son tan graves como parecen. Para empezar, casi 700 productos estarán exentos de los aranceles. Entre ellos se incluyen productos petrolíferos, mineral de hierro, pulpa de madera, fertilizantes, gas natural, aviones y piezas de aeronaves. Esto significa que casi la mitad de las exportaciones de Brasil a Estados Unidos quedarían exentas de los nuevos aranceles. Como resultado, el impacto real en el PIB debería ser menor que lo previsto por Capital Economics. Algunos sectores sufrirán más que otros. Aparte del zumo de naranja natural, la mayoría de los productos agrícolas no están exentos de los aranceles de Trump.Pero incluso en este caso, Brasil no está atado a Estados Unidos. Puede encontrar otros compradores para productos agrícolas tan importantes como la soja, la carne de vacuno y el café. Ahora que el índice Ibovespa cotiza a aproximadamente ocho veces las ganancias futuras, este podría ser una salida atractiva para los inversores que buscan diferentes maneras de aprovechar la estrategia de "Trump siempre se acobarda" (TACO, Trump Always Chickens Out). Incluso cuando cumple sus amenazas, la de los aranceles no siempre es tan grave.