La desigualdad en la distribución del ingreso en Brasil, aunque bastante alta para los estándares internacionales, alcanzó en 2011 el nivel más bajo desde la década del 60, según datos del Sondeo Nacional por Muestra de Domicilio (Pnad) compilados por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea).

El movimiento observado en Brasil tuvo lugar a contramano de la tendencia mundial, considerando que en dos tercios de los países se registró un aumento de la desigualdad en el período reciente, según la Unesco.

Locomotoras del crecimiento global en la última década, India y China, por ejemplo, no consiguieron avanzar con la distribución de la renta, aunque redujeron los niveles de pobreza.

En Brasil, el coeficiente de Gini, indicador que es referencia en la medición de la distribución de la renta, alcanzó en 1990 el pico para los últimos 50 años, cuando se ubicó en 0,607 puntos, de acuerdo al relevamiento de Ipea. Desde entonces, el índice trazó una curva decreciente y cayó a 0,527 en 2011, nivel similar al observado en el inicio de la década del 60, cuando comenzó a acompañarse ese indicador en el país.

La reducción fue significativa en el período. Economistas suelen destacar que, en el caso del índice de Gini, la segunda casa decimal tiene una importancia destacada, porque la escala varía de cero a uno, siendo que el coeficiente uno significaría que solamente un individuo concentra toda la renta de la sociedad. En cero, todas las personas tendrían la misma renta.

Según un comunicado de Ipea titulado La Década Inclusiva, la renta del trabajo fue esencial para la fuerte e inédita reducción de la desigualdad en Brasil en los últimos diez años, responsable por cerca de dos tercios de la caída de poco más de 10% del coeficiente de Gini en el período.

Al mismo tiempo, destacó el instituto, sin las políticas de redistribución de la renta auspiciadas por el Estado brasileño desde el inicio de los años 2000, la desigualdad habría caído 36% menos en la década pasada.

Marcelo Neri, presidente de Ipea, afirmó que algunos países donde aumentó la concentración de la riqueza, como el caso de China, mostraron interés en programas brasileños, como el Bolsa Familia. En China, como en el Brasil de las décadas del 60 y 70, hubo una reducción de la pobreza, pero la renta se concentró.

Según datos compilados por el Centro de Políticas Sociales de la Fundación Getulio Vargas (FGV), eso ocurrió porque aunque el crecimiento de renta de la parte más pobre de la población haya sido fuerte en los emergentes, los más ricos registraron un salto mayor.