El rey ha ratificado este viernes su compromiso con la democracia invocando el diálogo de la Transición, por el que ha apostado en estos tiempos actuales de “descuerdo” y “crispación”, un llamamiento que ha hecho en los actos de conmemoración del 50 aniversario de la reinstauración de la monarquía.
El Palacio Real y el Congreso de los Diputados han acogido sendos actos institucionales de conmemoración presididos por los reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, que ha tenido como una de sus protagonistas a la reina Sofía, a la que su hijo, Felipe VI, ha impuesto el Toisón de Oro por sus servicios al país y a la Corona, y a los que no ha sido invitado Juan Carlos I.
Felipe VI defiende la democracia y reclama recuperar el espíritu de diálogo de la transición
Este viernes, víspera del 50 aniversario del 22 de noviembre de 1975 cuando, dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco, Juan Carlos I fue proclamado rey, el Palacio Real ha sido escenario de la ceremonia de imposición del collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro a la reina Sofía, al expresidente del Gobierno Felipe González y a los padres de la Constitución Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca, concedidas por Felipe VI por su “dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona”.
Una solemne ceremonia en la que Felipe VI ha recordado que, aunque la Transición no fue perfecta, en ella se priorizó la reconciliación, y por ello ha aprovechado, ante el “desacuerdo” y la “crispación” actuales, para reivindicar el método de aquel período: “la palabra frente al grito, el respeto frente al desprecio, la búsqueda del acuerdo frente a la imposición”.
“La democracia no es solo sus formas y procedimientos, sino la búsqueda leal y conjunta de aquello que sirva mejor al bien común”, ha indicado el monarca que, posteriormente, en un acto el Congreso de los Diputados ha renovado su compromiso con la España democrática que encarna “lo mejor de lo que somos”, y ha garantizado que la Corona estará siempre al servicio del Parlamento “porque en ese servicio radica su propia razón de ser”.
Porque fue en el Congreso donde mañana hará medio siglo que tuvo lugar la proclamación del rey Juan Carlos, “que abría una nueva etapa en nuestra historia”, y donde él también fue proclamado rey en un acto en el que apostó por una “monarquía renovada” para un tiempo nuevo.
En la ceremonia del Palacio Real, a la han acudido todos los poderes del Estado, entre ellos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el rey ha destacado el papel de la monarquía durante la Transición como “una institución vertebradora y garante de estabilidad”, un “catalizador clave” que permitió encauzar el proceso de transformación democrática.
El monarca ha recordado cómo finalizada la dictadura del general Franco en 1975, la “firme voluntad” de la Corona contribuyó decisivamente a abrir a España el camino hacia la democracia, y ha recordado el discurso que pronunció su padre en este sentido el día de su proclamación.
Y ha expresado su agradecimiento a su madre, doña Sofía, por su apoyo con “convicción” al rey Juan Carlos en su “acertada y temprana apuesta por la apertura democrática y las libertades”, además de destacar cómo ha dedicado su vida entera al “servicio ejemplar y de lealtad a España y a la Corona”, una reina que “forma parte también de la memoria afectiva de la España democrática”.
Los tres nuevos “caballeros” de la Orden del Toisón han subrayado en la ceremonia el honor que ha supuesto recibir la más alta distinción que concede la Casa Real española y cuya historia se remonta a casi 600 años.
En su discurso tras recibir el Toisón, Felipe González ha negado que “tengamos un problema con España como tal” sino que, ha dicho, los problemas han sido entre los españoles y que “solo tienen una solución aceptable si se afirma la paz civil como valor supremo”.
Y ha sostenido que el cometido más importante de los españoles es preservar a toda costa esta paz civil, “un marco de convivencia pacífica que sea libre, ampliamente mayoritario y duradero”.
Tras ese acto, al que han asistido miembros del Gobierno, presidentes autonómicos y políticos de la Transición, la familia real se ha trasladado al Congreso de los Diputados para asistir al coloquio ’50 años después: la Corona en el tránsito a la democracia’, en el que la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, ha apelado a la memoria colectiva para cuidar y mejorar la democracia en España y ha recordado que “perder la libertad es perder un bien preciadísimo”.
Armengol ha hecho una defensa cerrada de la democracia así como de aquellas personas, conocidas y anónimas, que lucharon para conseguirla tras la muerte del dictador Francisco Franco.
Tras los actos institucionales, mañana sábado 22 será el turno de la celebración familiar por la concesión del Toisón de Oro a la reina Sofía, una comida en el Palacio Real a la que asistirá el rey emérito.
Fuente: EFE