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En una jornada marcada por la tensión política en el Parlament de Catalunya, la presidenta del grupo de la CUP, Laia Estrada, protagonizó un gesto provocador al romper una fotografía del rey Felipe VI en pleno hemiciclo.

El hecho ocurrió durante el debate de una moción presentada por el PP sobre "la debilidad del Estado en Cataluña", y desató una intensa reacción por parte de los diputados del PP y Vox, quienes acusaron a Estrada de "falta de decoro" e "insultar" al monarca.

El episodio reavivó el debate sobre la presencia simbólica de la monarquía en Cataluña y el uso del Parlament como escenario para expresiones políticas de rechazo al Estado español. En ese contexto, Estrada defendió su gesto como un acto legítimo de disconformidad ideológica, mientras que desde la oposición exigieron que se le llamara la atención de manera formal.

La CUP rompe la foto del rey Felipe VI en el Parlament

Durante su intervención, Laia Estrada expresó su rechazo frontal a la monarquía española: "Los catalanes no tenemos rey. Es normal que la mayoría de catalanes rechace la monarquía española. Tenemos memoria, recordamos que los Borbones sometieron a nuestro pueblo a sangre y fuego", sostuvo la diputada mientras rompía una imagen de Felipe VI.

La escena provocó la indignación inmediata de las bancadas del Partido Popular y Vox. El portavoz del PP en el Parlament, Juan Fernández, se dirigió a la mesa de la cámara con una crítica directa: "Muchas veces llaman la atención a muchos diputados por mucho menos", reclamó.

Y agregó: "Es evidente que es una falta de decoro que se esté insultando y faltando al respeto al jefe del Estado. El rey merece un respeto en esta cámara y al rey se le ha faltado el respeto de una forma muy burda y muy insultante".

Enfrentamiento verbal y defensa de la libertad de expresión

Desde Vox, el portavoz Joan Garriga coincidió con el PP al calificar el acto como una vulneración del reglamento del Parlament: "Va contra el decoro del reglamento", sentenció, en línea con el malestar expresado por la derecha parlamentaria.

Pese a los abucheos y protestas, Estrada respondió con firmeza: "Solo faltaría que un diputado no pudiera expresar su rechazo a la corona en el Parlament. Ya os gustaría que nos calláramos", retrucó la diputada de la CUP, sin retractarse de su gesto.

La situación llevó a que interviniera la vicepresidenta primera del Parlament, Raquel Sans, quien ejercía la presidencia en ese momento. En su valoración, concluyó que no se había vulnerado el reglamento: "No ha habido ninguna expresión ofensiva", afirmó, e invitó a los grupos molestos a canalizar sus quejas a través de la Comisión del Estatuto del Diputado, si así lo consideraban pertinente.