

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a sacudir el tablero del comercio internacional. A través de una serie de cartas oficiales, anunció a la Unión Europea y a México la imposición de un arancel del 30% sobre sus exportaciones hacia territorio estadounidense.
La medida, que entraría en vigor el 1 de agosto, se suma a una lista de decisiones unilaterales que apuntan a redefinir las reglas del comercio global.
La advertencia incluyó una amenaza directa: cualquier respuesta por parte de sus socios será correspondida con nuevas subidas. La postura de Trump, sostenida desde su red Truth Social, desencadenó reacciones inmediatas en Bruselas y Ciudad de México.
Donde se analiza el impacto económico y político de esta ofensiva arancelaria que, según el mandatario, busca forzar la apertura de mercados cerrados y corregir déficits comerciales.
¿Por qué Trump apunta ahora contra la UE y México?
Las cartas enviadas por la administración estadounidense suponen una escalada en la estrategia comercial de presión iniciada el pasado abril. Según el propio Trump, el objetivo es revisar acuerdos comerciales que considera desventajosos para Estados Unidos.

En el caso de la Unión Europea, los argumentos giran en torno a un "mercado cerrado" que impone barreras no arancelarias a los productos estadounidenses. Para México, la acusación se centra en la supuesta inacción en la lucha contra el tráfico de fentanilo.
Ambas justificaciones se presentan en un contexto en el que Estados Unidos busca modificar, de forma bilateral, sus relaciones comerciales con numerosos países.
En solo tres meses, Washington ha enviado comunicaciones a más de veinte naciones, muchas de ellas consideradas socios estratégicos. En esta ronda, sin embargo, destaca la dureza contra México, país incluido en el acuerdo de libre comercio TMEC, y contra la Unión Europea, su mayor socio comercial.
¿Qué sectores españoles sufrirán más con esta decisión?
Los aranceles anunciados amenazan con afectar gravemente a sectores clave para la economía española. Según datos de Datacomex, España exportó productos a Estados Unidos por más de 18.000 millones de euros en 2024.
Solo en el primer semestre de 2025, las ventas ya superaron los 5700 millones. Los electrodomésticos, la maquinaria y la alimentación encabezan el listado de exportaciones más vulnerables.
La maquinaria mecánica y los aparatos eléctricos concentran más de 4000 millones de euros en ventas al mercado estadounidense. En el sector agroalimentario, el aceite de oliva alcanza 1200 millones anuales y el vino, otro de los productos estrella, ya ha comenzado a notar los efectos de la incertidumbre: sus exportaciones cayeron un 20% en abril respecto al año anterior.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) manifestó su inquietud. "Estamos preocupados no solo por nuestras exportaciones, sino también por las importaciones esenciales en productos donde no somos autosuficientes", señaló su secretario general, Miguel Padilla.
La combinación de barreras en ambos sentidos podría agravar los costes para los productores y consumidores.
¿Qué consecuencias podría tener esta decisión para la economía global?
El anuncio de Trump podría desencadenar una nueva ola de tensiones comerciales de alcance internacional. La Unión Europea ya advirtió que tomará medidas para proteger sus intereses si los aranceles entran en vigor. Bruselas teme un efecto dominó en otros sectores sensibles, como el automotriz y el agrícola, que ya enfrentan aranceles adicionales desde 2023.
México, por su parte, trata de evitar una confrontación directa, aunque ve con preocupación el impacto que esta decisión tendría en su balanza comercial.

Desde el sector empresarial hasta las autoridades federales, se teme un golpe al crecimiento económico. La posibilidad de represalias cruzadas, sumada a la incertidumbre en torno a futuras decisiones unilaterales por parte de Washington, amenaza con enfriar aún más el comercio internacional en un momento de recuperación frágil.












