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La asistente virtual desarrollada por Amazon, Alexa, se ha convertido en un miembro clave de los hogares españoles. Desde buscar información, hacer compras, configurar alarmas y hasta para controlar electrodomésticos inteligentes, Alexa es imprescindible en la vida diaria de muchas personas.

Sin embargo, hay un aspecto negativo que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) no tardó en alertar. Se trata del consumo energético "en reposo" o consumo fantasma que suponen los aparatos eléctricos cuando están apagados.

Factura de luz: ¿gasta lo mismo Alexa que otros asistentes virtuales?

Según apuntan en el informe "una familia española consume entre 3500 y 5700 kWh al año, con un precio medio de 0,30€/kWh, lo que equivale a un gasto anual de entre 1000 y 1700 euros al año".

Los altavoces tipo Alexa no suelen desenchufarse y eso genera un gasto que puede suponer hasta 24 euros mensuales extra en tu factura.

Existe una gran variedad de asistentes virtuales en el mercado. Y así como la calidad y las prestaciones varían, el gasto energético también. Por ello, es bueno saber cuánto consume cada uno.

El blog especializado en consumo energético Eligenio, analizó los distintos asistentes y determinó que Google Nest Mini tiene un gasto 1,55 W al igual que el Apple HomePod mini. Por su parte, el Apple HomePod eleva su gasto enegético a 3,34 W.

¿Cómo lograr un consumo más eficiente de Alexa?

Reducir el gasto extra que supone Alexa y ahorrar energía es posible si se incorporan algunos hábitos a la rutina diaria. Para ello puedes:

  • Activar a Alexa solo cuando estés por utilizarla. Lo ideal es apagar completamente el dispositivo así no sigue gastando estando en modo stand by.
  • Apagar la luz: se pueden evitar gastos innecesarios apagando la luz en las habitaciones que no vayas a utilizar.
  • Usar focos de bajo consumo: cambiar las luces por LED puede hacerte ahorrar hasta un 75% en el consumo de electricidad.
  • Hacer lavados más grandes: no utilices el lavarropas para lavar pocas cosas. Si haces una carga completa ahorrarás electricidad al mismo tiempo que ahorras también en agua.
  • Revisar el congelador: las placas de hielo que se forman generan un aislamiento que puede aumentar tu factura de luz hasta en un 20%.