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Los herederos que residan en la casa de un fallecido deben cumplir una serie de trámites legales para evitar sanciones de Hacienda. Además de cambiar la titularidad del inmueble, están obligados a pagar el impuesto de sucesiones y donaciones, así como la plusvalía municipal.

¿Cuánto tiempo se puede vivir en la casa de un fallecido?
Millones de españoles se preguntan cuánto tiempo pueden vivir en la casa de un familiar fallecido. La respuesta es clara: podrán disfrutar de la vivienda durante toda la vida. El verdadero problema no es el tiempo de uso, sino la obligación de cumplir los trámites y pagar los impuestos correspondientes.
Para realizar la sucesión, lo primero es aceptar la herencia si existe testamento. Para ello, se debe obtener el certificado de defunción y el de últimas voluntades. Cuando no hay testamento, los interesados deben hacer una declaración de herederos ante notario para repartir los bienes.
Estos pasos iniciales permiten avanzar hacia el proceso más importante: liquidar los impuestos hereditarios y evitar conflictos futuros con Hacienda.
Heredar una casa: los impuestos que exige Hacienda
Los herederos están obligados a liquidar el impuesto de sucesiones y donaciones, además de pagar la plusvalía municipal. Ambos tributos son condición indispensable para cambiar la titularidad del inmueble.
La ley establece un plazo de seis meses desde el fallecimiento para abonar el impuesto de sucesiones. También existe la opción de solicitar una prórroga de seis meses adicionales. Si se supera ese periodo, se deben pagar intereses de demora. La deuda prescribe a los cuatro años “desde el inicio de la solicitud si la Administración no se pronuncia durante esta fecha”.
Respecto a la plusvalía, se trata del impuesto municipal sobre el incremento del valor de los terrenos. “Para calcular la base imponible de la plusvalía municipal debes restar al valor de transmisión (precio de venta) el valor de adquisición (precio de compra o valor declarado en el impuesto de sucesiones). Luego, debes multiplicarlo por el porcentaje del valor catastral que corresponda al terreno”, informa HelpMyCash. El plazo de pago es también de seis meses.
Cumplir con ambos tributos permite evitar sanciones, recargos y la imposibilidad de registrar el cambio de titularidad.
Cambiar la titularidad: la clave para evitar multas y conflictos
Tras liquidar todos los impuestos, los herederos pueden solicitar el cambio de titularidad del inmueble. Este paso es fundamental para prevenir problemas con Hacienda y con otros familiares.
Según Mentor Abogados, “la Administración puede considerar la vivienda como sin regularizar, lo que puede generar complicaciones en futuras gestiones”. Además, advierten: “Si pasan más de 30 años, en algunas comunidades autónomas, se podría considerar que los herederos han renunciado a la herencia por prescripción extintiva”.

Regularizar la vivienda también permite venderla, hipotecarla o gestionarla sin obstáculos legales.
¿Qué hacer tras el fallecimiento de un familiar?
Lo más recomendable es acudir a un notario para formalizar el reparto de la herencia, ya sea mediante testamento o por acuerdo entre los herederos. Después, será necesario liquidar los impuestos y registrar la titularidad.
Estos pasos garantizan seguridad jurídica y evitan problemas con Hacienda, especialmente cuando existe una vivienda o bienes de alto valor.












