

Tener dólares estadounidenses u otras divisas extranjeras ya no pasa desapercibido para la Agencia Tributaria. En los últimos meses, Hacienda ha reforzado sus controles para vigilar el movimiento de capitales, con especial foco en las cuentas, inversiones o activos que los residentes fiscales mantienen fuera del país.
No se trata solo de detectar fraudes. La normativa vigente exige a cualquier persona que tenga bienes en el extranjero -en euros, dólares o cualquier otra moneda- que los declare en tiempo y forma. No hacerlo puede salir caro: hay sanciones incluso si el error fue sin intención.
El objetivo es claro: prevenir el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. Por eso, los contribuyentes deben poder demostrar de dónde vienen sus fondos, cómo los obtuvieron y para qué los usan.

¿Qué es el Modelo 720 y cuándo hay que presentarlo?
Si sos residente fiscal en España y tenés cuentas bancarias, acciones, seguros o propiedades en el extranjero que superen los 50.000 euros, estás obligado a presentar el Modelo 720. Este formulario sirve para informar a Hacienda sobre tus bienes fuera del país.
El plazo para presentarlo termina el 31 de marzo de cada año. Es una declaración informativa, pero no presentarla o hacerlo con errores puede tener consecuencias graves.
Las multas por no cumplir esta obligación van desde los 10.000 hasta los 20.000 euros, dependiendo de la situación. Incluso si se presenta, pero contiene errores, las sanciones pueden variar desde 150 euros hasta el 2% del valor de los activos mal informados.

¿Cómo justificar el origen de tus dólares o fondos extranjeros?
Además de declarar los bienes, Hacienda puede pedirte que justifiques el origen del dinero. Es decir, deberás demostrar que esos fondos vienen de una actividad legal, que han sido declarados en su país de origen y que pagaron los impuestos correspondientes.
¿Qué pasa si no podés demostrarlo? La Agencia Tributaria puede considerar que ese dinero es una "ganancia patrimonial no justificada", lo que implica sanciones severas. En casos extremos, la multa puede llegar al 150% del valor de los fondos que no hayas podido justificar.
Las consecuencias de no cumplir: sanciones e investigaciones
No declarar o declarar mal puede ser muy costoso. Además de las multas económicas, la Agencia Tributaria puede iniciar investigaciones fiscales que terminen en juicios o en la imposición de sanciones mucho más severas.
Por eso, es clave tener toda la documentación en regla. Hacienda ha reforzado su cooperación con bancos, organismos internacionales y autoridades extranjeras, lo que le permite detectar más rápido las irregularidades.
Mantenerse al día con las obligaciones fiscales no solo evita dolores de cabeza, también protege tu patrimonio. En un contexto de mayor fiscalización, estar informado es la mejor defensa.















