

En mayo de 2023, España aprobó la nueva Ley de Vivienda, también conocida como Ley de Alquileres, una reforma incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que busca garantizar un acceso más justo y asequible a la vivienda, sobre todo para jóvenes y colectivos vulnerables.
Sin embargo, con las medidas sobre precios y zonas tensionadas, la ley termino siendo más contraproducente que una ayuda real para los inquilinos y propietarios.
Pese a ello, la normativa vigente contempla situaciones particulares de la actualidad, como lo que ocurre con un contrato de alquiler cuando una pareja se separa antes de terminar el plazo del arrendamiento.
En estos casos, la clave está en el artículo 15 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que regula el "arrendamiento en caso de nulidad del matrimonio, separación o divorcio del arrendatario". Este artículo fija quién puede quedarse con la vivienda y en qué condiciones, lo que lo convierte en una pieza fundamental para evitar conflictos legales en un momento personal ya delicado.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge de forma textual que, "en los casos de nulidad del matrimonio, separación judicial o divorcio del arrendatario, el cónyuge no arrendatario podrá continuar en la vivienda arrendada cuando le sea atribuida, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación civil, la utilización de la misma". Esto significa que el derecho no es automático: debe existir una resolución judicial o un acuerdo legal que otorgue el uso de la vivienda.

El requisito para seguir en la vivienda pese a separarte de tu pareja
El mismo artículo añade que, "el cónyuge al que se haya atribuido el uso de la vivienda deberá comunicarlo al arrendador en el plazo de dos meses desde que fue notificado de la resolución judicial correspondiente, acompañando una copia de la misma o de la parte que afecte al uso de la vivienda". Esta comunicación es obligatoria y, si no se cumple, el arrendador podría tener derecho a resolver el contrato.
En la práctica, este requisito implica que la persona que se queda en la vivienda debe actuar con rapidez y presentarla documentación necesaria para formalizar su posición como nuevo titular del contrato o para mantener la vigencia del mismo. Es un paso esencial para evitar que el alquiler se considere extinguido.
El artículo también prevé que, una vez comunicada la atribución, "el arrendador podrá exigir que el cónyuge se subrogue en el contrato de arrendamiento", es decir, que pase a ser el arrendatario principal con todos los derechos y obligaciones que ello conlleva.
¿Me puedo quedar en la vivienda si termine con mi pareja?
En situaciones de ruptura, la prioridad suele ser la estabilidad del hogar, especialmente cuando hay hijos. Sin embargo, el marco legal exige que se cumplan estrictamente los plazos y formas de notificación. Ignorar este paso puede derivar en la pérdida del derecho a continuar con el alquiler.
En definitiva, si atraviesas una nulidad, separación o divorcio, y deseas quedarte con la vivienda de alquiler, debes asegurarte de que el uso te sea atribuido legalmente y de comunicarlo al arrendador en un plazo máximo de dos meses, con la documentación correspondiente. Tal y como marca la ley, es la única forma de garantizar que podrás seguir en tu hogar.
















