

El proyecto de ley que propone reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales avanza en el Congreso, aunque aún no ha conseguido el respaldo suficiente para su aprobación definitiva.
Si se aprueba, la nueva norma cambiará el panorama laboral en múltiples sectores, afectando tanto a la distribución del tiempo de trabajo como a los días de descanso.
En términos prácticos, la reforma no exige trabajar menos horas cada semana, sino limitar el cómputo anual de la jornada ordinaria. Esto permite a las empresas reorganizar sus calendarios laborales, ya sea reduciendo horas semanales o compensando con más días de vacaciones. La clave estará en cómo se implementa esta flexibilidad dentro del marco legal.
¿Cómo afectaría esta reducción a la jornada habitual?
La medida no obliga a todas las empresas a modificar la jornada semanal de forma inmediata. La ley establece una media anual de 37,5 horas semanales, lo que significa que las empresas pueden distribuir las horas de forma flexible a lo largo del año.

Esto abre la posibilidad de conservar jornadas de 40 horas semanales, siempre que se compense el exceso con días de descanso adicionales.
En este contexto, muchas compañías podrían optar por no modificar los turnos diarios y, en cambio, ofrecer días libres extra para cumplir con la reducción establecida.
De esta manera, el trabajador mantendría su rutina semanal, pero disfrutaría de más días pagados de descanso a lo largo del año, lo que representa un beneficio considerable sin reducir la productividad inmediata.
¿Qué beneficios reales obtendrían los trabajadores?
Si una empresa decide mantener las 40 horas semanales, la diferencia con las 37,5 horas deberá compensarse con hasta 12 días más de descanso al año, de acuerdo con el cómputo anual.
Estos días adicionales no tendrían carácter de vacaciones tradicionales, pero sí representarían tiempo libre retribuido, lo que se traduce en una mejora efectiva de las condiciones laborales.

Este sistema permite que los trabajadores accedan a más tiempo de descanso sin ver reducidos sus ingresos. En definitiva, si se aprueba el proyecto, muchos empleados podrían disponer de más tiempo personal sin que ello afecte negativamente a su sueldo ni al calendario laboral de la empresa.












