En esta noticia

El mundo del emprendimiento está lleno de historias de ascenso meteórico, pero pocas tan reales y reveladoras como la de José Elías, fundador del grupo energético Audax. Su trayectoria demuestra que la ética empresarial y la prudencia financiera pueden marcar la diferencia en momentos críticos.

En una conversación en su podcast, "Búscate la vida", Elías reflexiona sobre su paso por la ruina financiera y cómo logró reconstruirse, gracias, según él, a decisiones firmes y transparentes con sus acreedores.

Durante la charla, empresario confesó que salir adelante implicó cerrar el ciclo sin dejar huellas destructivas, evitando dejar a los bancos "enganchados" en su caída.

Un enfrentamiento honesto con la ruina

Elías asegura que su recuperación no fue un golpe de suerte, sino una elección consciente: asumir que debía cerrar sin arrastrar deudas ni dejar a nadie en una situación vulnerable. "Salí de la ruina porque me di cuenta de que no tenía que dejar enganchados a los bancos y porque cerré sin maldad".

También reconoce que su postura puede parecer políticamente incorrecta, pero insiste: "Yo hice las cosas bien y acabé cerrando más o menos bien. Hay gente que cierra con maldad. Dejé a gente tirada, sí, pero intenté ser lo más justo posible".

Una estrategia sin préstamos que salvó su empresa

La filosofía de Elías se fundamenta en evitar los préstamos bancarios desde el principio. Esta decisión, que muchos considerarían conservadora, fue clave para mantener liquidez y capacidad de reacción cuando su negocio se vino abajo.

"Como no tenía deudas con los bancos, porque no había préstamo, no les debía nada y pude salir. Pude sobrevivir gracias a que no tenía deudas de préstamos", explica durante el podcast.

Este enfoque le permitió reconstruir su carrera profesional desde una posición financiera más sólida, sin depender de entidades externas y evitando la presión que conlleva el apalancamiento.

Una filosofía empresarial diferente

José Elías va más allá de una estrategia financiera. Su visión crítica el uso excesivo del apalancamiento como norma empresarial. Prefiere una estructura que priorice la eficiencia y la autarquía financiera, donde el riesgo esté controlado y la responsabilidad sea propia.

En una publicación en su cuenta en la red social X, indica que el exceso de dinero puede tener efecto contraproducente y la disciplina financiera no debe abandonarse por comodidad. "El exceso de dinero solo trae problemas. Te relajas, pierdes el foco y empiezas a gastar en cosas que no deberías", asegura.

Una forma más ética de hacer negocios

En su relato, José Elías reivindica su forma de actuar: cerrar etapas empresariales sin generar daño innecesario, sin aplazar deudas y sin manipular con ventaja situaciones adversas.

Para él, la honestidad con los acreedores es clave para reemprender con dignidad y estabilidad. Este concepto representa una filosofía empresarial ética que desafía modelos donde la deuda y el endeudamiento son vistos como inevitables.

Su propuesta para los negocios: construir empresas que sean capaces de sobrevivir sin crear vínculos financieros difíciles de gestionar.