

La Agencia Tributaria aplicará una nueva deducción del IRPF para trabajadores con ingresos bajos, introducida mediante la Ley 5/2025, publicada en el Boletín Oficial del Estado el 24 de julio de 2025, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2025.
Esta iniciativa responde a la necesidad de evitar que la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) provoque que muchos asalariados comiencen a tributar cuando antes estaban exentos.
El objetivo es aliviar la carga fiscal sobre quienes ganan el SMI, garantizando que un aumento salarial no se convierta en una merma de poder adquisitivo por efecto de las retenciones en nómina. La compensación se recibirá al presentar la declaración de la renta de 2025, que se tramita en 2026.

Quiénes pueden beneficiarse de esta nueva deducción
Pueden acogerse a la medida los contribuyentes que obtengan rendimientos íntegros del trabajo (relación laboral o estatutaria) inferiores a 18.276 euros brutos al año, siempre que no perciban otras rentas no exentas superiores a 6500 euros anuales.
Cómo y cuándo se aplicará la ayuda
La deducción se aplicará directamente en la cuota líquida del IRPF, es decir, tras restar las partes estatal y autonómica y después de aplicar otras deducciones como la reducción general de rendimientos del trabajo.
Tendrás que presentar la declaración de la renta correspondiente al ejercicio fiscal 2025, en 2026, para reclamar el importe retenido. Durante 2025, seguirás viendo retenciones en tu nómina, pero luego Hacienda te lo devolverá si cumples los requisitos.
Tener varios pagadores no impide acogerte, siempre que tus ingresos totales del trabajo no superen el límite establecido y no obtengas más de 6500 euros de otras rentas.

Por qué es necesaria esta deducción
La subida del SMI en 2025 situó el salario mínimo en 16.576 euros brutos anuales. Esta revalorización podía llevar a muchos trabajadores de rentas bajas a comenzar a tributar por IRPF cuando antes estaban exentos. Para evitarlo, el gobierno acordó introducir una deducción específica que compense esas retenciones.

Al principio, esta deducción no consideraba la cuota autonómica del IRPF, lo que dejaba a muchos perceptores del SMI sin el beneficio completo. El Ejecutivo acordó corregirlo, garantizando que la deducción cubra ambas partes de la cuota fiscal.
Esta medida tiene un coste aproximado de 200 millones de euros, y beneficiará especialmente a quienes cobran el SMI: unos 2,4 millones de trabajadores, o alrededor de 480.000 personas afectadas directamente por la subida del SMI y que ahora no tendrán que pagar IRPF en 2025.














