

Invertir en vivienda continúa siendo la alternativa más segura y provechosa para los españoles. Sin embargo, los propietarios enfrentan incertidumbres respecto a la mejor manera de administrar sus propiedades. Una de las preguntas más relevantes es si es factible vender un piso con inquilinos, un aspecto crucial para aquellos que buscan optimizar su inversión y considerar las estrategias económicas más efectivas.
Para tomar decisiones informadas en el mercado inmobiliario, es fundamental llevar a cabo un análisis exhaustivo antes de adquirir una propiedad. Formular las preguntas adecuadas durante la visita al inmueble y disponer de información precisa puede ser determinante entre una inversión exitosa y una gestión poco rentable.
¿Se puede vender un piso que está alquilado?
En el ámbito inmobiliario, es crucial comprender que, en principio, no existe restricción alguna que impida al propietario de una vivienda vender su piso, incluso si este se encuentra arrendado, explicó el portal inmobiliario Habitaclia.
No obstante, esta situación no asegura que la transacción se lleve a cabo sin complicaciones. Para abordar este tema, es fundamental conocer los derechos del arrendatario y las condiciones estipuladas en el contrato de alquiler.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que el arrendatario posee un derecho de adquisición preferente sobre la vivienda, salvo que el contrato de arrendamiento contemple explícitamente la renuncia a dicho derecho. Esto significa que, en caso de venta, el futuro comprador deberá ofrecer al inquilino la oportunidad de igualar la oferta y adquirir el inmueble, lo que puede tener un impacto significativo en el proceso de venta y en la relación entre las partes involucradas.

¿Cuáles son las consecuencias si el inquilino decide no comprar la vivienda?
Según informó el portal inmobiliario Habitaclia, estos derechos, en virtud del artículo 14 de la LAU, se mantendrán durante los cinco primeros años de vigencia del contrato, o siete si el vendedor o el arrendador fuese persona jurídica. Esto significa que, por ende, la persona que finalmente comprará la vivienda no podrá resolver el contrato de arrendamiento hasta que haya transcurrido dicho plazo.
Si el inquilino decide comprar la vivienda, este será el momento. Si decide que no, el propietario de la vivienda tendrá derecho a venderla.
¿Cuál es la duración recomendada para el contrato de alquiler?
En resumen, el derecho establece que los contratos de alquiler deben mantenerse durante un período mínimo de cinco años para personas físicas y siete años para personas jurídicas. Sin embargo, es posible acordar una duración más larga dentro del contrato. Si se compra la propiedad, se debe respetar el contrato de alquiler durante estos períodos mínimos.
Una vez transcurrido ese tiempo, el contrato de alquiler se resolverá. Si se han estipulado más años en el contrato, el propietario estará obligado a indemnizar al inquilino con un mes de renta por cada año que falte por cumplir. Es importante tener en cuenta estas condiciones al firmar un contrato de alquiler, tanto para el inquilino como para el propietario.
En general, el derecho establece que los contratos de alquiler deben mantenerse durante un período determinado. Para las personas físicas, este período es de cinco años, mientras que para las personas jurídicas es de siete años. Sin embargo, es posible que dentro del contrato se haya acordado una duración más larga.














