

En la vida diaria, el teléfono móvil se ha convertido en una extensión del cuerpo humano. Nos acompaña para pagar, leer, ver películas o validar billetes en el transporte público. Además de sus funciones originales, como llamar o enviar mensajes, hoy resulta casi imposible imaginar un día sin este dispositivo.
Sin embargo, existen lugares donde el uso del móvil está restringido. En cines y bibliotecas se exige silencio, pero en los aviones la norma es diferente: se solicita activar el modo avión, una función que desconecta todas las señales de red. Para muchos pasajeros frecuentes, es un gesto automático; para otros, una obligación difícil de entender.
La respuesta la dio Rafa San Julián, comandante de Iberia, en una entrevista reciente con Mundo Deportivo. Con más de 25 años de experiencia en cabina, explicó los motivos detrás de esta norma que se repite en todos los vuelos y que no es, como muchos creen, un simple formalismo.

¿Por qué hay que activar el modo avión?
El piloto fue categórico al advertir: "Si no ponemos el móvil en modo avión, no se puede predecir si se producirán interferencias con ciertos equipos".
Aunque los sistemas de navegación actuales están mucho más protegidos que hace unas décadas, el riesgo no desaparece del todo. "En ocasiones, los móviles podían producir interferencias con ciertos equipos del avión", recordó.
San Julián subrayó que los avances en ingeniería han reducido la vulnerabilidad de los aviones. Aun así, la incertidumbre sigue presente. "La tecnología avanza muy rápidamente y no se puede predecir si habrá interferencias", sostuvo.
Por eso, la normativa se mantiene vigente: el modo avión limita la emisión de los teléfonos, desactivando redes móviles, Wi-Fi y Bluetooth. Además de evitar intentos constantes de conexión, contribuye a ahorrar batería durante el trayecto.
¿Se han producido accidentes por no activar el modo avión en el móvil?
Hasta el momento no existen registros de accidentes aéreos provocados por el uso de teléfonos móviles sin modo avión. Tanto la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) como la Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos han confirmado que los aviones modernos están diseñados para resistir posibles interferencias.
Lo que sí se ha detectado son ruidos molestos en las comunicaciones entre la cabina y la torre de control, sobre todo durante el despegue y el aterrizaje, fases en las que la tripulación necesita mantener un contacto fluido. Ese zumbido característico, provocado por los móviles que buscan conectarse a antenas terrestres, puede dificultar la escucha de instrucciones clave.
El comandante de Iberia Rafa San Julián lo resume con claridad: "Si no ponemos el móvil en modo avión, no se puede predecir si se producirán interferencias con ciertos equipos". No se trata, por tanto, de que el avión pueda caer, sino de evitar riesgos innecesarios en momentos decisivos del vuelo.
El recordatorio de la tripulación antes de despegar no es un simple protocolo. Es una medida preventiva que permite a los pilotos trabajar sin interferencias en los segundos donde cada detalle resulta vital para la seguridad del vuelo.















