

Un hombre de 60 años logró que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) le reconociera una pensión de 3126,83 euros, después de que la Seguridad Social le negara dicha cuantía.
En 2020 había solicitado la jubilación anticipada, al amparo del Real Decreto 1851/2009, al acreditar que padecía poliomielitis desde la infancia y contaba con un 46% de discapacidad. Sin embargo, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) no aceptó los argumentos del afectado porque no llegaba a los 12,775 días requeridos a pesar de contar con 33 años cotizados.

Un jubilado pierde su pensión por un error de la Seguridad Social y años más tarde recibe 113.000 euros de pago retroactivo
La Seguridad Social señaló que el hombre no reunía las condiciones necesarias para aplicar el coeficiente reductor por discapacidad.
También argumentó que el incremento del grado de discapacidad en 2013 no podía aplicarse con carácter retroactivo, puesto que estaba vinculado a nuevas patologías y no a la poliomielitis.
Tras la lucha por conseguir la jubilación solicitada, el trabajador presentó el caso ante el Juzgado de lo Social n.º 1 de Donostia-San Sebastián. Aunque el INSS recurrió el caso, el TSJPV confirmó que las secuelas de la poliomielitis llevaban a una discapacidad superior al 45%, siguiendo con el Real Decreto.
Finalmente, el TSJPV terminó por concluir que la jubilación debía calcularse al 100% de la base reguladora. Además, estipuló que el pago debía tener un carácter retroactivo desde la primera solicitud, aumentando 113.000 euros la cantidad a abonar por los casi tres años hasta la resolución definitiva.












