Sorpresa en la Iglesia | Los "Manuscritos del Mar Muerto" fueron escritos por autores de la Biblia, según la IA
Una investigación internacional revolucionó los estudios bíblicos. Gracias a un sistema de inteligencia artificial, los expertos lograron datar algunos Manuscritos del Mar Muerto como escritos contemporáneos a sus autores.
Los Manuscritos del Mar Muerto siempre fueron objeto de estudio y debate. Desde su hallazgo en las cuevas de Qumrán a mediados del siglo XX, los especialistas intentaron descifrar su origen, su antigüedad y su vínculo con los textos bíblicos.
Ahora, una investigación internacional, apoyada en inteligencia artificial, aporta nuevas respuestas y genera un fuerte impacto en la comunidad religiosa y académica.
El avance científico revela que algunos de estos manuscritos fueron escritos cuando sus autores aún estaban vivos. Este dato, hasta ahora impensado, abre la posibilidad de que los textos no sean simples copias posteriores, sino escritos originales cercanos al momento de su narración.
Así lo explicó Mladen Popovi, responsable del proyecto: "Podemos situar las manos que escribieron la Biblia dentro del mismo momento histórico en el que la narraban".
Gracias a este hallazgo, la cronología tradicional de la Biblia podría cambiar por completo. La metodología utilizada prescinde del análisis por carbono-14, lo que permite conservar los fragmentos originales sin dañarlos. El descubrimiento, publicado en la revista científica PLOS One, marca un antes y un después en los estudios bíblicos.
Inteligencia artificial aplicada a los Manuscritos del Mar Muerto
El sistema de inteligencia artificial, desarrollado por la Universidad de Groningen, fue bautizado como Enoch. Este modelo fue entrenado con imágenes de trazos de tinta de manuscritos que ya habían sido datados por métodos tradicionales. Al analizar los estilos caligráficos, la IA logró estimar con gran precisión la antigüedad de textos sin fecha conocida.
Uno de los hallazgos más relevantes es que fragmentos de los libros de Daniel y Eclesiastés fueron escritos en la misma época en la que vivieron sus supuestos autores. "Este es el primer caso en que podemos vincular directamente la redacción de textos bíblicos con el contexto histórico de sus escritores", señalaron los investigadores.
Además, el estudio descubrió que los estilos de escritura asmoneo y herodiano coexistieron durante más tiempo del que se creía. Esto pone en duda la idea de que todos los manuscritos fueron producidos exclusivamente en el asentamiento de Qumrán. Algunos podrían haberse redactado o copiado en otras regiones y luego almacenados en las cuevas.
La IA corrige errores de datación y desafía teorías previas
El uso de inteligencia artificial también permitió corregir errores de datación provocados por tratamientos antiguos. En los años 50, algunos fragmentos fueron tratados con aceite de ricino para mejorar su visibilidad, pero este proceso alteró los resultados de los análisis por radiocarbono.
Según Popovi, "nuestro modelo ayuda a superar las limitaciones de los métodos tradicionales y ofrece una nueva manera de entender los manuscritos".
El impacto del hallazgo va más allá de la cronología. Los expertos ahora consideran que cambios políticos y sociales en el Mediterráneo oriental -como la influencia de los Seleúcidas, los Ptolomeos y la dinastía asmonea- pudieron afectar el desarrollo del lenguaje y la caligrafía mucho antes de lo que se pensaba.
Este descubrimiento no solo obliga a revisar la historia del judaísmo antiguo, sino que también reabre el debate sobre la construcción del Antiguo Testamento y su relación directa con las comunidades que lo transmitieron.