

En esta noticia
La arqueología avanza sin cesar, desvelando los secretos más antiguos de la humanidad. En un hallazgo sin precedentes, un equipo de investigadores ha descubierto en China los restos de una civilización avanzada que se remonta a hace 45.000 años.
Este notable descubrimiento, realizado en el yacimiento de Shiyu, al norte de China, proporciona una visión singular sobre una civilización que contaba con herramientas tecnológicas extraordinariamente sofisticadas para su época.
El yacimiento, ubicado en el lecho de un río y con aproximadamente 30 metros de sedimentos, ha sido cuidadosamente analizado por un grupo de investigadores liderado por la doctora Shixia Yang, quien es profesora en el Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology (IVPP) de la Chinese Academy of Science, junto al doctor Andreu Ollé, investigador del Institut Català de Paleoecología Humana y Evolución Social.
Los resultados de esta investigación, que iluminan aspectos de la evolución del Homo sapiens en ese periodo, han sido publicados en la revista Nature Ecology & Evolution.

Descubrimiento que cambió todo lo que sabemos
Los investigadores han llevado a cabo un exhaustivo análisis de más de 15,000 herramientas de piedra, numerosos restos de fauna y un fragmento de cráneo de un homínido, perteneciente a la especie Homo sapiens, todos ellos provenientes del yacimiento arqueológico de Shiyu.
Adicionalmente, se han identificado muestras de tecnología avanzada, tales como puntas Levallois, puntas de proyectil con evidencias de mango y fracturas por impacto, herramientas elaboradas con obsidiana extraída de cientos de kilómetros de distancia, así como un pequeño disco de grafito perforado.
De acuerdo con los autores del estudio, "el uso de la obsidiana es particularmente significativo", ya que sugiere que estos primeros humanos modernos poseían una notable capacidad estratégica para la obtención de recursos a distancias considerables, lo que indica un alto grado de movilidad.
Este conjunto de hallazgos desafía la cronología histórica previamente establecida, dado que las innovaciones tecnológicas presentes en estos artefactos son más características de períodos posteriores en la historia, asociadas con humanos modernos o el Paleolítico Superior en la región.
Sin lugar a dudas, este descubrimiento sugiere un cambio significativo en la evolución humana, lo que podría redefinir nuestra comprensión de las sociedades antiguas y su desarrollo cultural.















