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El 28 de abril de 2025, un apagón masivo dejó sin electricidad a millones de personas en España y Portugal.

Aunque las investigaciones iniciales descartaron un ciberataque directo a los centros de control de generación eléctrica, el incidente ha intensificado las preocupaciones sobre la vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas frente a amenazas cibernéticas y armas de pulso electromagnético (EMP).

Expertos señalan que, aunque no se ha confirmado un ataque cibernético en este caso, la creciente digitalización de las redes eléctricas y la dependencia de tecnologías conectadas aumentan el riesgo de interrupciones provocadas por actores maliciosos.

Ciberataques y armas EMP: una amenaza latente para las infraestructuras críticas

La preocupación por ciberataques a infraestructuras energéticas no es nueva. En 2015 y 2016, Ucrania sufrió interrupciones en su red eléctrica atribuidas a ataques cibernéticos, marcando precedentes sobre cómo actores estatales pueden afectar sistemas críticos.

Además, el uso potencial de armas EMP, que pueden inutilizar sistemas electrónicos mediante pulsos electromagnéticos, ha sido motivo de alarma. Estas armas podrían causar apagones a gran escala, afectando no solo la electricidad, sino también comunicaciones, transporte y servicios esenciales.

La combinación de ciberataques y armas EMP representa una amenaza significativa para las naciones del Primer Mundo, donde la infraestructura crítica depende en gran medida de sistemas digitales interconectados.

¿Qué países pueden lanzar un ataque EMP?

Si bien los apagones masivos pueden tener múltiples causas, los ataques EMP (pulso electromagnético) figuran entre los escenarios más temidos por su potencial devastador. Estas armas pueden inutilizar redes eléctricas, satélites y sistemas electrónicos en segundos. Existen dos tipos: los generados por detonaciones nucleares a gran altitud (HEMP) y los de origen no nuclear, como los dispositivos de microondas dirigidas.

Entre los países con capacidad tecnológica y militar para lanzar un EMP se encuentran los Estados Unidos, que ha probado este tipo de armas desde los años 60, y Rusia, heredera del programa soviético con una doctrina militar que incluye ataques de guerra electrónica y desestabilización por EMP.

China, con su creciente inversión en misiles de largo alcance y tecnología satelital, también ha sido señalada como un actor con potencial para generar este tipo de amenazas.

Otros países como Corea del Norte han insinuado públicamente su interés en las armas EMP. Si bien sus capacidades reales son inciertas, su arsenal nuclear y sus misiles balísticos generan preocupación. Irán, aunque no posee armas nucleares confirmadas, ha mostrado interés en la guerra asimétrica y podría desarrollar EMP de baja escala con fines tácticos.

También se mencionan potencias regionales como India, Pakistán e incluso Israel, que cuentan con tecnología avanzada y capacidades estratégicas, aunque no han manifestado intenciones explícitas en este terreno. En todos los casos, el riesgo radica en el impacto inmediato y prolongado que un EMP podría generar en países altamente digitalizados.

Medidas de prevención y resiliencia ante amenazas emergentes

Ante estas amenazas, los países desarrollados están tomando medidas para fortalecer la ciberseguridad de sus infraestructuras críticas. Organismos internacionales y gobiernos nacionales están invirtiendo en la modernización de redes eléctricas, implementación de protocolos de seguridad avanzados y capacitación de personal especializado.

Además, se promueve la diversificación de fuentes de energía y la creación de sistemas de respaldo para garantizar la continuidad del suministro eléctrico en caso de interrupciones. La colaboración internacional también es clave para compartir información sobre amenazas y desarrollar estrategias conjuntas de defensa.

La reciente experiencia en la Península Ibérica sirve como recordatorio de la importancia de estar preparados ante posibles ataques que puedan comprometer la estabilidad y seguridad de las infraestructuras esenciales en el mundo moderno.