¿Qué es y para qué sirve lagranada?
La granada, originaria del Golfo Pérsico y algunas regiones de Irán, se ha adaptado a diversas zonas subtropicales y templadas alrededor del mundo. Su nombre científico, Punica granatum, refleja su rica historia de cultivo, que se remonta a los fenicios, quienes fueron pioneros en su siembra. Este fruto, considerado sagrado en la antigüedad, ha sido símbolo de amor y fertilidad en diversas culturas, desde Grecia hasta Oriente.
El granado es un arbusto pequeño que no supera los tres metros de altura, caracterizado por su corteza marrón claro y ramas espinosas. Sus hojas, de un verde brillante y forma lanceolada, crecen de manera opuesta y pueden alcanzar hasta 8 cm de longitud. Las flores del granado son especialmente llamativas, con corolas que presentan entre 5 y 7 pétalos de un vibrante color rojo escarlata, floreciendo en grupos o de manera solitaria según la variedad.
El fruto de la granada, una baya de tamaño regular, se distingue por su color rojizo o anaranjado y su forma característica, coronada por un cáliz coriáceo. Este fruto no solo es apreciado por su belleza, sino también por su valor nutricional y simbólico, consolidándose como un elemento importante en la gastronomía y la cultura de muchas civilizaciones a lo largo de la historia.
¿Cuáles son los beneficios de la granada?
La granada es una fruta rica en propiedades beneficiosas para la salud digestiva. Su membrana y semillas son especialmente efectivas en la lucha contra parásitos intestinales como la tenia y las amebas. Aunque las dosis recomendadas suelen ser bajas, en casos de infestaciones se pueden requerir cantidades mayores, siempre con precaución para evitar efectos secundarios.
Además, la combinación de la corteza de granada con otras hierbas en infusiones puede ser útil para tratar diarreas y otros trastornos gastrointestinales, lo que la convierte en un aliado natural en el cuidado digestivo.
Además de sus beneficios digestivos, la granada también tiene aplicaciones en el ámbito ginecológico y dermatológico. Su corteza se utiliza para tratar menorragias y se puede preparar en infusiones para su consumo diario. Por otro lado, las propiedades astringentes de la corteza y la membrana permiten su uso externo en el tratamiento de úlceras y flujos vaginales. Estas múltiples aplicaciones hacen de la granada una fruta versátil y valiosa en la medicina natural, contribuyendo a la salud integral de quienes la incorporan en su dieta.
Los aportes nutricionales de lagranada
Propiedades Nutricionales (100 g)
Agua 77.93 g
Energía 83 kcal
Proteínas 1.67 g
Lípidos (grasa) 1.17 g
Carbohidratos 18.70 g
Fibra 4.0 g
Calcio 10 mg
Azúcares 13.67 g
Hierro 0.30 mg
Magnesio 12 mg
Fósforo 36 mg
Potasio 236 mg
Sodio 3 mg
Zinc 0.35 mg
Vitamina C (Á. ascórbico) 10.5 mg
Tiamina 0.067 mg
Riboflavina 0.053 mg
Niacina 0.293 mg
Vitamina B 6 0.075 mg
Vitamina A 0 IU
Ácidos grasos saturados 0.120 g
Á. grasos monoinsaturados 0.093 g
Á. grasos polinsaturados 0.079 g
Lo que hay que tener en cuenta antes de consumir granada
La granada tiene un leve nivel de toxicidad; si se consume en exceso, puede provocar síntomas como visión doble, mareos, parálisis temporal y vómitos. Su uso está totalmente desaconsejado en mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas y niños.
¿Cómo incorporar granada en las comidas?
La granada es una fruta versátil que se puede incorporar fácilmente en las comidas diarias. Sus semillas jugosas y dulces son perfectas para añadir a ensaladas, aportando un toque de color y frescura. También se pueden utilizar en batidos, yogures o como topping en postres y su jugo puede ser un excelente aderezo para carnes y pescados. Además, su sabor agridulce complementa perfectamente salsas y marinados, haciendo de la granada un ingrediente ideal para enriquecer una variedad de platos.