

La transición hacia una movilidad menos contaminante avanza en España a través de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), contempladas en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Estas áreas, obligatorias en municipios de más de 50.000 habitantes, buscan reducir los niveles de polución en las principales urbes.
Los primeros afectados son los automóviles con etiqueta B de la DGT, que incluyen a los diésel matriculados hace más de diez años y a los de gasolina anteriores a 2007. En varias ciudades españolas las limitaciones ya están en vigor, y se han fijado calendarios estrictos para su expansión.
Ciudades que aplican restricciones a los vehículos
En Bilbao, la ordenanza impide la entrada de estos coches en la ZBE entre semana, de 7:00 a 20:00 horas. Madrid, Getafe y Estepona también han incorporado medidas similares en su normativa de circulación.
El caso de San Fernando (Cádiz) muestra un calendario progresivo: desde enero de 2025 solo se permite circular a los vehículos con etiqueta B entre las 20:00 y las 8:00, y a partir de 2027 la franja se reducirá aún más, de 15:00 a 8:00 horas.

Fechas clave en la ampliación de prohibiciones
Distintas capitales han confirmado ya sus plazos de aplicación:
Málaga y Palma de Mallorca prohibirán la circulación de vehículos con etiqueta B en sus ZBE desde enero de 2027.
San Sebastián incorporará restricciones más severas a partir de 2028.
En Cataluña, las limitaciones serán generales en todas las ZBE: anticipadas en episodios de contaminación a partir de 2026 y permanentes desde 2028.
El impacto será notable, dado que los vehículos con etiqueta B superan los 10 millones de unidades en el parque automovilístico español.
Qué implica la etiqueta B y cuáles son las excepciones
La etiqueta B de la DGT corresponde a turismos y furgonetas ligeras gasolina matriculadas entre 2001 y 2005, y diésel desde 2006 que no cumplen los criterios de emisiones más recientes.

Aunque la norma general apunta a su progresiva exclusión del tráfico urbano, existen excepciones, como vehículos de residentes empadronados en la zona, servicios de emergencia, transporte de personas con movilidad reducida y determinados vehículos de reparto. Estas excepciones varían en función de cada municipio.
Consecuencias inmediatas para la movilidad urbana
La aplicación de estas restricciones confirma un cambio estructural en la movilidad urbana en España. El avance de las ZBE no solo reduce la circulación de automóviles más antiguos, sino que impulsa la adopción de vehículos con etiqueta C, ECO y CERO.
El endurecimiento progresivo de los calendarios establece un horizonte en el que los coches diésel con más de diez años quedarán prácticamente fuera de las principales ciudades del país.














