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La seguridad energética volvió al centro del debate después de que Estados Unidos divulgara, a mediados de 2024, un informe elaborado por el Pentágono y la Academia de Guerra del Ejército. El documento analiza cómo el cambio climático y la creciente presión sobre la infraestructura eléctrica podrían aumentar el riesgo de apagones masivos a escala mundial en los próximos años.

Según los analistas militares, la combinación de olas de calor, incendios, tormentas intensas y fallos de red podría generar interrupciones simultáneas en distintos continentes. El escenario dejaría expuestos a gobiernos, sistemas de salud, comunicaciones y servicios esenciales, incluso en países con redes avanzadas y altos niveles de inversión.

Riesgo de apagón global: cómo lo explica el informe militar

El informe plantea que las redes eléctricas de numerosos países afrontan un estrés creciente debido al aumento de fenómenos climáticos extremos. La vulnerabilidad se extiende desde regiones con infraestructura frágil hasta territorios con redes desarrolladas que ya muestran señales de tensión. Para el Pentágono, el riesgo de un apagón global no es inmediato, pero sí creciente en un horizonte de dos décadas.

Los expertos señalan que los sistemas actuales no siempre logran responder de forma estable ante picos de consumo, pérdidas de tensión o eventos climáticos fuera de escala. La falta de modernización en algunos tramos críticos reforzaría la posibilidad de fallos encadenados capaces de provocar cortes prolongados. Las infraestructuras críticas, como hospitales y bases militares, también podrían verse afectadas si no se fortalecen los protocolos de contingencia.

El Pentágono identifica un escenario de apagón global por fallos de la red eléctrica.
El Pentágono identifica un escenario de apagón global por fallos de la red eléctrica.Freepik

¿Puede ocurrir un apagón a escala mundial?

El documento no establece una fecha concreta para un posible apagón global. Lo que sí subraya es que la probabilidad aumentará si no se adaptan las redes eléctricas a escenarios climáticos más severos. El diagnóstico coincide con advertencias recientes de organismos científicos que describen una tendencia ascendente en la frecuencia de fenómenos extremos.

Los medios especializados que retomaron el informe durante 2025 remarcan este punto: la alerta no anticipa un día específico, sino una ventana temporal crítica en la que los sistemas eléctricos podrían fallar si no se refuerza su resiliencia. Para los responsables de defensa, el desafío ya forma parte de la planificación estratégica y afecta tanto a Estados Unidos como al resto del mundo.

Antecedentes recientes: por qué la preocupación es global

La preocupación del Pentágono se entiende mejor a la luz de episodios recientes. En 2025, un apagón afectó a gran parte de la península ibérica tras una caída súbita de tensión que desencadenó un fallo en cascada. El episodio mostró que incluso redes avanzadas pueden colapsar cuando coinciden fallos técnicos y alta demanda.

Para los analistas, este tipo de eventos sirve como advertencia: un sistema interconectado puede fallar con rapidez si se suman factores climáticos, técnicos y operativos. Por eso, diversos gobiernos comenzaron a revisar sus planes de contingencia y a debatir nuevas inversiones para reforzar la resiliencia energética.