El Papa Francisco confirmó lo que todos estaban esperando: "Después de la muerte hay..."
Esta es la prédica del Papa para este sábado y los capítulos de la Biblia que recomienda leer.
El Papa Francisco, durante su reflexión del Ángelus de este sábado 23 de noviembre de 2024, compartió un mensaje profundamente revelador sobre la muerte y la vida después de ella. En su discurso, el Santo Padre dejó claro que, más allá de la muerte, existe un camino hacia la plenitud eterna prometido por Dios. Según sus palabras, la muerte no debe ser vista como un final, sino como un paso hacia la vida eterna, una transición hacia la luz de la resurrección que nos invita a vivir con esperanza y fe en el futuro que nos aguarda.
En su reflexión, Francisco recordó que la vida humana es un viaje hacia la resurrección. "La vida va de la muerte a la vida plena", destacó, invitando a todos a no temer a la muerte, sino a ver en ella un tránsito hacia la victoria final sobre el pecado y la muerte. Además, subrayó que todos aquellos que vivan con fe y sigan el camino de Cristo disfrutarán de la vida eterna, una promesa de "alegría y luz sin fin".
La prédica del papa Francisco para este sábado
El Papa Francisco, durante su reflexión en el Ángelus del 10 de noviembre de 2013, destacó la importancia de la vida como un camino hacia la plenitud. En su mensaje, afirmó que "nuestra peregrinación va de la muerte a la vida: la vida plena", subrayando que, aunque la muerte es parte de la existencia, no debe ser vista como un obstáculo, sino como algo que queda "detrás, a la espalda".
Esta perspectiva invita a los fieles a enfocarse en la esperanza y la luz que ofrece la fe. El Santo Padre enfatizó que "delante de nosotros está el Dios de los vivientes", quien nos guía hacia la "derrota definitiva del pecado y de la muerte". Esta afirmación resalta la promesa de un nuevo tiempo lleno de "alegría y luz sin fin", donde la vida eterna se convierte en el objetivo de la existencia humana.
Francisco instó a los creyentes a vivir con esta esperanza, recordando que la vida plena no es solo una expectativa futura, sino una realidad que se puede experimentar ya en la tierra. Además, el Papa recordó que en la oración, los Sacramentos y la fraternidad, los fieles pueden encontrar a Jesús y su amor, lo que les permite "pregustar algo de la vida resucitada". Este llamado a la comunidad y a la espiritualidad activa resuena en la vida cotidiana de los creyentes, animándolos a vivir con alegría y a compartir la luz de la fe en sus interacciones diarias.
La lectura de la Biblia para este sábado
Lectura del libro del Apocalipsis. Apoc 11, 4-12
Yo, Juan, oí que me decían: "Aquí están mis dos testigos. Son los dos olivos y los dos candelabros, que están ante el Señor de la tierra. Si alguno quiere hacerles daño, su boca echará fuego que devorará a sus enemigos; así, el que intente hacerles daño, morirá sin remedio. Ellos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva mientras dure su misión profética; tienen poder para convertir el agua en sangre y para castigar la tierra con toda clase de plagas, cuantas veces quieran.
Pero, cuando hayan terminado su misión, la bestia que sube del mar les hará la guerra, los vencerá y los matará. Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, donde fue crucificado su Señor y que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto. Durante tres días y medio, gentes de todos los pueblos y razas, de todas las lenguas y naciones contemplarán sus cadáveres, pues no permitirán que los sepulten. Los habitantes de la tierra se alegrarán y regocijarán por su muerte y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas habían sido el azote de ellos.
Pero después de los tres días y medio, un espíritu de vida, enviado por Dios, entrará en ellos: se pondrán de pie y todos los que los estén viendo se llenarán de espanto. Oirán entonces una potente voz, que les dirá desde el cielo: ‘Suban acá'. Y subirán al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos".
El evangelio para el sábado, 23 de noviembre de 2024
Lectura del santo evangelio según san Lucas- Lc 20, 27-40
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?"
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven". Entonces, unos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada.
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