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La inauguración del GEM fue una celebración cuidadosamente diseñada para proyectar una imagen de unidad internacional. Ultraligeros sobrevolaron el museo con el mensaje “Bienvenidos a la tierra de la paz”, mientras que más de 80 líderes mundiales (entre ellos el rey Felipe VI) posaban para la foto de familia frente a las pirámides de Guiza.

Fuente: Casa RealEFE

La ceremonia incluyó conexiones en directo con ciudades como Tokio, París, Río de Janeiro y Nueva York, recordando que Japón fue uno de los principales financiadores del proyecto. Según los organizadores, el evento se desarrolló bajo la premisa de que “el poder se mide en ideas, no en armas” y que “la paz de hoy es la civilización del mañana”.

Durante el espectáculo, la historia del Antiguo Egipto cobró vida a través de proyecciones y representaciones artísticas que mostraron desde los colosos de Ramsés II hasta las barcas de Keops, flotando en el cielo nocturno. El cierre estuvo dedicado a Tutankamón, cuya icónica máscara dorada se convirtió en el símbolo del fin de fiesta.

El Gran Museo Egipcio, con una inversión cercana a 1200 millones de dólares y veinte años de construcción, aspira a recibir cinco millones de visitantes anuales y consolidar a Egipto como un destino de referencia en el turismo cultural y arqueológico.

No obstante, la apertura del Gran Museo Egipcio en Giza reavivó la campaña internacional para que Reino Unido devuelva la Piedra de Rosetta, uno de los artefactos más importantes de la historia antigua. Tallada entre los años 323 a. C. y 30 a. C., fue la clave para comprender los jeroglíficos egipcios y permanece expuesta en el Museo Británico desde 1802.

Un grupo de arqueólogos egipcios ha lanzado una petición formal para repatriar la Piedra, al considerar que fue “un botín de guerra tomado por tropas británicas” y que su presencia en Londres perpetúa una situación colonial. Según la arqueóloga Monica Hanna, decana en funciones de la Universidad de Asuán, “la devolución sería una reparación por injusticias históricas”.

Egipto reclama al Reino Unido la devolución de su tesoro más emblemático en medio de la inauguración de el Gran Museo Egipcio. Fuente: Wikipedia

El Gran Museo Egipcio y una nueva era para el patrimonio

El Gran Museo Egipcio cuenta con capacidad para más de 100.000 objetos y busca convertirse en el epicentro del patrimonio cultural del país. Durante la inauguración, la doctora Monica Hanna destacó que el museo “transmite este mensaje” de recuperación y orgullo nacional.

Entre las piezas reclamadas figuran también el busto de Nefertiti, conservado en el Neues Museum de Berlín, y el Zodíaco de Dendera, ubicado en el Museo del Louvre de París. Los egiptólogos sostienen que estos objetos fueron “capturados bajo un pretexto colonialista” y deberían regresar a Egipto.

En declaraciones a BBC Radio 4, Hanna afirmó: “Con motivo de la inauguración, Egipto debería empezar a solicitar oficialmente la restitución y repatriación de los diferentes objetos saqueados en los siglos XIX y XX”.

Esta situación se ve exacerbada luego de que pocas horas después de la inauguración, Egipto recibió una buena noticia: el Gobierno de Países Bajos anunció la devolución de una efigie robada del faraón Tutmosis III, de 3500 años de antigüedad.

El primer ministro interino neerlandés, Dick Schoof, comunicó la decisión durante su visita oficial a Egipto y tras reunirse con el presidente Abdelfatah al Sisi.

La escultura, una cabeza de piedra perteneciente a la dinastía de Tutmosis III -conocido como el “Napoleón de Egipto”-, había sido exportada ilegalmente y descubierta en la feria de arte Tefaf de Maastricht en 2022. Según las autoridades neerlandesas, será entregada al embajador egipcio antes de fin de año.

Se cree que la pieza fue saqueada durante la Primavera Árabe de 2011 o 2012, y entre las opciones que se analizan para su exposición se encuentra el Gran Museo Egipcio de El Cairo, donde podría incorporarse junto a otras 50.000 piezas del Antiguo Egipto.

Con esta restitución, Egipto refuerza su papel en la defensa del patrimonio cultural, pone en jaque a Reino Unido y consolida el mensaje que inspiró la apertura del GEM: la cooperación internacional como base para preservar la historia y construir un futuro en paz.

La historia de la Piedra de Rosetta: del hallazgo al reclamo

La Piedra de Rosetta es un fragmento de una estela en la que figura un decreto emitido en Menfis durante el reinado de Ptolomeo V (204-180 a. C.). Lo singular del objeto es que contiene la misma inscripción en tres lenguas -jeroglífico, demótico y griego-, lo que permitió que en 1822 Jean-François Champollion descifrara la escritura egipcia antigua y sentara las bases de la egiptología.

Fue descubierta en 1799 por miembros de la expedición de Napoleón Bonaparte en la ciudad de Rosetta. Tras la derrota francesa en 1801, las tropas británicas se quedaron con las antigüedades, incluyendo la piedra, según el tratado firmado entre ambos bandos.

Para los arqueólogos egipcios, ese acuerdo “viola el derecho internacional consuetudinario”, ya que Egipto estaba bajo ocupación y no tenía soberanía sobre su patrimonio.

La posición del Museo Británico y la respuesta egipcia

El Museo Británico aseguró que “no ha habido una solicitud formal del Gobierno egipcio” y que Egipto ya cuenta con piezas similares que ayudan a entender los jeroglíficos. Sin embargo, para Hanna, ese argumento “no tiene fundamento”: “Si tienes cinco hijos y alguien te secuestra uno, ¿se justificaría diciendo que ya tienes cuatro?”, respondió.

Los impulsores de la petición afirman que la devolución de la Piedra de Rosetta permitiría al Reino Unido “demostrar un liderazgo moral” al reparar heridas históricas. Como antecedente, recuerdan que el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York devolvió voluntariamente a Egipto 19 objetos de la tumba de Tutankamón en 2010.

Un reclamo que marca el inicio de una nueva narrativa

“Antes, la mayoría de solicitudes de repatriación se hacían en nombre del Gobierno, pero esta vez queremos que la haga el pueblo”, explicó Monica Hanna. Asegura que la Fiscalía egipcia ya se ha puesto en contacto con el grupo para estudiar el caso y que el movimiento “cambia la narrativa”, dando voz a la ciudadanía en la defensa de su patrimonio.

Con la inauguración del Gran Museo Egipcio, Egipto busca cerrar un ciclo de expolio y abrir otro de restitución y memoria. La Piedra de Rosetta, que fue clave para descifrar la lengua de los faraones, se ha convertido ahora en símbolo de una lucha por la justicia histórica.