El mes de noviembre comienza con dos conmemoraciones muy importantes en toda España: el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos. El segundo de ellos se realiza inmediatamente después del primero, es decir, el 2 de noviembre.
Si bien el Día de los Muertos no tiene una connotación tan importante como el Día de Todos los Santos, muchos se suman a algunas de las actividades tradicionales que suelen realizarse en esta fecha tan particular.
Origen y tradiciones del Día de los Muertos
Al igual que sucede con otras celebraciones de este tipo, el Día de los Muertos tiene orígenes religiosos y desde sus comienzos tuvo como objetivos recordar a todos los fallecidos, orar por el eterno descanso de aquellos que no están más entre nosotros y por los que están en estado de purificación en el purgatorio.
En algunas zonas del país se realizan todavía festejos especiales para conmemorar a los difuntos, como ser la "Noche de los Finaos" en Canarias, el cual llena de hogueras y gente bailando en las calles de las ciudades.
La tradición más frecuente en todo el territorio español es la de visitar los cementerios, algo que va de la mano con lo que sucede en el Día de Todos los Santos, donde también se suele adornar las tumbas con flores en los días previos. Además, algunas iglesias cristianas también celebran una misa especial por la fecha.
Antiguamente en el Día de los Muertos se contaban historias sobre los difuntos, se debatía al respecto y también se comían frutos de estación como castañas o nueces. Obviamente, no faltaban las buenas bebidas como el anís y el ron con miel para acompañar el banquete que se preparaba para la ocasión.
Hay que aclarar que el Día de los Muertos no es un día festivo como sí lo es el Día de Todos los Santos, aunque se lo toma con mucha seriedad y respeto por miles de personas.