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La relación interna en la Casa Real siempre ha estado marcada por tensiones bajo el aparente glamour institucional. Sin embargo, los recientes episodios alrededor del 60 cumpleaños de la infanta Cristina muestran una fisura más profunda que la separa de la reina consorte.

La polémica estalló cuando se confirmó que Letizia Ortiz fue prohibida de asistir a la celebración íntima de la infanta, despertando un debate mediático sobre favoritismos, perfiles enfrentados y distancias irreconciliables entre familiares.

Un veto inesperado que saca a la luz frialdad prolongada

La infanta Cristina organizó un almuerzo discreto en Madrid para celebrar sus 60 años, con la esperanza de reunir a sus allegados más cercanos. Sin embargo, fuentes de su entorno aseguran que la infanta prohibió taxativamente la presencia de la Reina.

Los hijos de Cristina, conocidos por su firme lealtad a la madre, también se habrían negado a compartir mesa con Letizia, según publica El Nacional, lo que convierte una celebración familiar en un episodio de tensión abierta.

Viejas heridas que vuelven a abrirse

El conflicto entre las dos ramas no es nuevo. La relación entre Cristina y Letizia se deterioró tras el estallido del Caso Nóos en 2011. En aquel momento, Cristina acusó a Letizia de no mostrar ningún apoyo durante el proceso judicial que afectó a su marido, Iñaki Urdangarin.

Desde entonces, la brecha entre ambas no se ha cerrado. Expertos señalan que Letizia fue quien influyó en Felipe VI para retirar a Cristina el título de duquesa de Palma y distanciarla de la agenda institucional. Esto agravó una grieta que, con el reciente veto, parece irreversible.

La Casa Real en el ojo del huracán mediático

Este veto no solo alimenta rumores sobre divisiones internas, sino que deja a Cristina en una posición delicada: mientras esperaba una celebración familiar, el silencio de Letizia y Felipe VI se convierte en una declaración de distancia pública.

La ausencia de los reyes al completo -que no solo rechazan ir, sino que habrían devuelto la invitación- reafirma que la crisis va más allá de simples roces. Se habla ya de un "gesto de distanciamiento" calculado y consciente.

Qué futuro le espera a la línea Borbón-Ortiz

El veto a Letizia y al rey Felipe envía un mensaje a la opinión pública: no hay reconciliación a corto plazo. La infanta Cristina mantiene una postura firme, alejada del foco mediático pero con convicción para marcar sus límites.

En tanto, la Reina se mantiene fuera de actos conjuntos. Las esperanzas de unidad familiar ahora dependen de gestos protocolarios más que de relaciones personales.