

El Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) y el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) han detectado concentraciones elevadas de mercurio en el músculo de la especie pintarroja. Se trata de un pequeño tiburón que vive en aguas profundas y es muy usual en el mar Mediterráneo.
El trabajo fue publicado recientemente en la revista Marine Pollution Bulletin e identifica los principales factores biológicos, ambientales y causados por las actividades humanas que pueden determinar la presencia de este contaminante en el depredador. Esta es una especie centinela de contaminación marina, según informó este lunes el IEO a través de un comunicado.
El equipo científico analizó el papel de variables biológicas, la proximidad a grandes núcleos urbanos o el impacto de la pesca en la concentración total de mercurio. Los resultados mostraron concentraciones más altas del metal en los individuos de mayor tamaño y aquellos presentes en la zona norte del área muestreada, que coincide con la costa catalana.

El análisis de toxicidad llevado a cabo en el mar Mediterráneo
La presencia de mercurio se asemeja a los resultados de otros estudios realizados sobre este tiburón en el Atlántico. Sin embargo, según los investigadores españoles, la cuenca mediterránea presenta valores de mercurio más elevados en la especie.
Este estudio demuestra que "el consumo regular de pintarroja podría implicar riesgos sanitarios, especialmente en determinadas regiones donde su consumo es más habitual", si bien "se necesitan valores de consumo más específicos para tener resultados más precisos", ha señalado Elena Lloret, investigadora del ICM-CSIC y primera autora del estudio.
Por otro lado, Joan Giménez, investigador del Centro Oceanográfico de Málaga del IEO, ha explicado que el estudio contribuye a entender los patrones espaciales y ecológicos de acumulación de contaminantes en depredadores marinos. Sumado a eso, también proporciona evidencias de cómo esta especie de tiburón puede servir como indicadora de la presencia de contaminantes en los ecosistemas marinos de profundidad.
Los resultados dejan en evidencia la necesidad urgente de incorporar nuevos valores específicos de mercurio en consumo por especie en las evaluaciones de riesgo alimentario. Además, implica la necesidad de mantener la investigación en los procesos de concentración de esta sustancia para los niveles superiores de la cadena alimentaria.

Fuente: EFE















