

Cambiar la hora en invierno y verano es una práctica que ha perdurado en el tiempo dentro de la Unión Europea. Esta costumbre implica la modificación de los usos horarios en función de las estaciones, con el propósito de optimizar el ahorro de energía.
Desde el inicio del verano, los días comienzan a acortarse progresivamente. La posición del sol nos indica que el momento del ajuste horario se aproxima pero, ¿cuándo se llevará a cabo el próximo cambio de hora? ¿Deberemos atrasar o adelantar el reloj?
Ajuste de hora nacional en octubre de 2025
El horario de verano comienza oficialmente el último domingo de marzo y concluye el último domingo de octubre. Para el año 2025, se ha establecido que la fecha del cambio se llevará a cabo durante el domingo 26 de octubre.
Este cambio de hora se rige por la Directiva Europea 2000/84/CE, que es aplicable a todos los estados miembros de la Unión Europea. Por consiguiente, se trata de una medida obligatoria que debe ser implementada en la misma fecha y hora en todos los países de la UE.
Cómo ajustar el reloj para el cambio de hora de invierno
Para el cambio de hora de invierno se procederá a atrasar el reloj en una hora. Esta modificación permite optimizar el aprovechamiento de la luz solar durante las horas matutinas.
Por consiguiente, será imperativo atrasar el reloj de las 03.00 a las 02.00 de la mañana. Ese día podrás dormir una hora más.

El cambio horario: ¿cómo afecta a la eficiencia energética?
La práctica de ajustar la hora se lleva a cabo en España desde hace décadas, realizándose dos veces al año: una en marzo y otra en octubre. Su propósito es sincronizar el reloj con las horas de luz diurna, adaptándose a las estaciones para optimizar el consumo energético.
Cada semestre, el reloj se adelanta o se retrasa según el horario de verano o invierno; sin embargo, esta medida tiene muchos opositores que consideran que el supuesto ahorro energético que se busca es mínimo o casi imperceptible.
Además, este cambio horario impacta en la salud, alterando el ritmo circadiano o reloj biológico de las personas, lo que puede provocar desajustes que perduran incluso varios días.
Luego de 2026, no se sabe si estos cambios continuarán llevándose a cabo, dado que la decisión no está tomada, tal como surge de esta publicación en el BOE.














