Vida saludable

El vegetal repleto de potasio, calcio y vitamina B6 que ayuda a aliviar "todos los dolores"

Descubre qué ventajas existen al incluir esta comida en tus platos, las patologías que contribuye a evitar y las restricciones de su ingesta, según los expertos.

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Los nutricionistas recomiendan a la población que lleven una alimentación variada para incorporar las vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para una buena conservación del cuerpo y evitar distintas enfermedades.

Entre ellos se encuentra el nabo. Conoce cuáles son sus aportes nutricionales, las patologías que ayuda a prevenir y cuál es la mejor forma de incorporarla a las comidas.

Beneficios del nabo: jugo, sopa y cataplasmas para hemorragias y problemas respiratorios (foto: Pexels).

¿Qué es y para qué sirve el nabo?

El nabo, una planta herbácea de carácter anual, ha sido un alimento apreciado desde la antigüedad. Su origen se sitúa en Oriente Próximo y aunque su popularidad disminuyó en siglos pasados, ha resurgido en la cocina contemporánea. Este versátil vegetal se puede disfrutar crudo, cocido o como parte de otros platos, ganándose nuevamente un lugar en los fogones de todo el mundo.

Cultivado principalmente en zonas templadas, el nabo se caracteriza por sus raíces nudosas y tiernas, que presentan una carne blanca perlada. Al asomarse a la superficie, su color puede variar a púrpura o rojizo debido a la exposición solar. Además de sus raíces, las hojas alargadas y comestibles, así como sus pequeñas flores amarillas, contribuyen a su atractivo en la cocina.

Con un sabor picante y fuerte, similar al del rábano, el nabo se consume a menudo en ensaladas o cocido, lo que suaviza su intensidad. A pesar de sus cualidades culinarias, la investigación médica sobre este vegetal sigue siendo un campo poco explorado, lo que deja un amplio margen para descubrir sus posibles beneficios para la salud.

Beneficios del nabo: jugo, sopa y cataplasmas para hemorragias y problemas respiratorios (foto: Pexels).

¿Cuáles son los beneficios del nabo?

El nabo es un vegetal que ofrece múltiples beneficios para la salud, especialmente en el tratamiento de diversas afecciones. Para quienes sufren de hemorragia uterina, se recomienda el consumo de jugo de nabo, lo que puede ayudar a regular el flujo sanguíneo. Además, su uso en sopas es beneficioso para combatir inflamaciones intestinales, sugiriendo que su inclusión en la dieta puede ser una forma natural de aliviar malestares digestivos.

Asimismo, el nabo se utiliza en aplicaciones externas, como cataplasmas, para tratar sabañones y picazón, lo que demuestra su versatilidad en el cuidado de la piel. Por otro lado, el caldo de nabo se destaca como un expectorante eficaz, siendo útil para quienes padecen asma, tos o bronquitis. Estos beneficios hacen del nabo un aliado valioso en la promoción de la salud y el bienestar general.

Los aportes nutricionales del nabo

Para saber cuáles son las vitaminas, minerales y nutrientes que contiene, conoce el aporte nutricional de este exquisito alimento:

Propiedades Nutricionales (100 g)
Agua 91,87 g
Energía 28 kcal
Proteínas 0,90 g
Lípidos (grasa) 0,10 g
Cenizas 0,70 g
Carbohidratos 6,43 g
Fibra 1,8 g
Azúcares, total 3,80 g
Calcio 30 mg
Hierro 0,30 mg
Magnesio 11 mg
Fósforo 27 mg
Potasio 191 mg
Sodio 67 mg
Zinc 0,27 mg
Cobre 0,085 mg
Manganeso 0,134 mg
Selenio 0,7 mcg
Vitamina C (Á. Ascórbico) 21,0 mg
Tiamina 0,040 mg
Riboflavina 0,030 mg
Niacina 0,400 mg
Á. Pantoténico 0,200 mg
Vitamina B 6 0,090 mg
Folatos, total 15 mcg
Ácido Fólico 0 mcg
Vitamina E 0,03 mg
Vitamina K 0,1 mcg
Ácidos grasos saturados 0,011 g
Á. Grasos monoinsaturados 0,006 g
Á. Grasos polinsaturados 0,053 g
Colesterol 0 mg
Fitosteroles 7 mg
Triptofán 0,009 g
Treonina 0,025 g
Isoleucina 0,036 g
Leucina 0,033 g
Lisina 0,036 g
Metionina 0,011 g
Cistina 0,005 g
Fenilalanina 0,017 g
Tirosina 0,013 g
Valina 0,030 g
Arginina 0,024 g
Histidina 0,014 g
Alanina 0,035 g
Ácido Aspártico 0,063 g
Ácido Glutámico 0,130 g
Glicina 0,025 g
Prolina 0,026 g
Serina 0,029 g

Nabo: ¿cómo incorporarlo en la dieta diaria?

El nabo es un vegetal versátil que se puede incorporar fácilmente en las comidas diarias. Se puede añadir crudo en ensaladas para aportar un toque crujiente y picante, o cocinarlo al vapor, hervido o asado como acompañamiento de carnes y pescados. También se puede incluir en sopas y guisos, donde su sabor se suaviza y enriquece el plato. Además, se puede hacer puré o incluso utilizarlo como base para un gratinado, lo que lo convierte en una opción nutritiva y deliciosa en la dieta diaria.

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